A día de hoy, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo uno de los caballos de batalla que más conviene tomarnos en serio si hablamos de cuidar nuestra salud y fortalecer nuestro corazón. En 2019, por ejemplo, murieron más 18 millones de personas en el mundo por infartos de miocardio o accidentes cardiovasculares.
La dieta y el consumo de determinados alimentos, además de hábitos saludables como el deporte, la eliminación del tabaco o la reducción del consumo de alcohol, son clave en la prevención de los riesgos asociados a estas enfermedades, que representan la primera causa de muerte en el planeta y a menudo son objeto de diferentes estudios de prevención para determinar qué hábitos de consumo y alimentos son los mejores para combatir males como el infarto de miocardio, el ictus o la insuficiencia cardiaca.
'Diet, cardiovascular disease, and mortality in 80 countries' es una investigación a nivel mundial realizada por investigadores de la Universidad McMaster de Canadá y la red de hospitales HHS. Sus responsables han estudiado seis alimentos clave que deberíamos tomar regularmente para reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El estudio, del que se ha elaborado una puntuación dietética conocida como PURE (Prospective Urban and Rural Epidemiological), ha sido publicado en la European Heart Journal, una de las revistas de cardiología más prestigiosas de Europa. Mediante el análisis de datos de 250.000 personas con distintos perfiles de salud, en más de 80 países, los investigadores han podido determinar qué tipo de alimentos, combinados, disminuyen algunos de los problemas de salud más importantes asociados al corazón.
En sus análisis, los responsables de la dieta PURE han elaborado una suerte de dieta ideal a partir de los alimentos que consumían los participantes, a quienes otorgaron una puntuación del 1 al 6. Quieren marcar distancia con otras investigaciones previas en las que se incluían todos los tipos de alimentos, incluidos ultraprocesados y otros productos poco saludables.
Según uno de sus responsables, "cantidades moderadas de pescado y productos lácteos enteros se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad", y añade que se pueden conseguir resultados óptimos “con un consumo moderado de granos y carnes, siempre que sean granos integrales sin refinar y carnes sin procesar”.