La cúrcuma es la especia de moda. Originaria del sudeste asiático y miembro de la familia Zingiberaceae, a la que también pertenece el jengibre, es uno de los remedios herbales más utilizados en la Medicina Tradicional China y en el Ayurveda, la tradición médica india. En ese país asiático se cultiva el 78% del suministro mundial.
Los beneficios de la cúrcuma están comprobados. Según la publicación especializada Medical News Today, es un potente antiinflamatorio, mejora la función digestiva e inmune, ayuda a reducir las complicaciones cardiovasculares, propicia la pérdida de peso y es eficaz para controlar la diabetes.
Lo que pocos saben es que la cúrcuma cambia sus efectos según se consuma. La médico nutricionista María José Martínez Obiols explica cómo en su cuenta de IG.
Para un efecto antiinflamatorio y antioxidante hay que ingerirla con sustancias que favorezcan su absorción. ¿Cuáles son estos componentes? La pimienta, la especia que coadyuva en los efectos beneficiosos de la cúrcuma, y el aceite de oliva, la grasa saludable por excelencia. Además, es recomendable añadir la cúrcuma cuando la cocción vaya a finalizar para mantener todas sus propiedades.
Cuando lo que queremos es que la cúrcuma actúe en nuestro sistema digestivo como prebiótico no hay que hacer nada especial. No es necesario mejorar su absorción con ninguna sustancia, ya que lo que queremos es que llegue al intestino intacto para que favorezca el crecimiento de bacterias beneficiosas para la microbiota.
Además, varios estudios han demostrado que la curcumina puede proteger contra el daño hepático. Los beneficios potenciales para el hígado y la vesícula biliar de la curcumina incluyen el aumento de la producción de la bilis del líquido digestivo y la protección de las células hepáticas contra el daño de los productos químicos relacionados con la bilis.
Según la American Society for Nutrition (Sociedad Americana de Nutrición), la cúrcuma puede mejorar significativamente los índices de salud del hígado.
Consumir cúrcuma no tiene contraindicaciones para la mayoría de las personas. Pero, aún así, cuando se toma en suplementos es importante consultar con un profesional médico. Entre los posibles efectos secundarios por un exceso de cúrcuma: malestar estomacal y deposiciones amarillas, además de cefaleas y náuseas.
También está contraindicada la ingesta de cúrcuma para las personas que tomen anticoagulantes, las mujeres embarazadas. En general, todas las personas con medicación crónica deben consultar con un profesional médico si pueden tomar suplementos de cúrcuma o consumirlo de manera habitual en su dieta.