La mejor tortilla francesa: el truco para hacerla sin aceite y sin sartén

Deliciosa y versátil, así es la mítica la tortilla francesa, una receta imprescindible en tu repertorio culinario y que ha salvado más de una cena y una comida en muchos hogares.

Por su fácil elaboración y rico sabor, que gusta tanto a niños como a mayores, es una receta mundialmente conocida, pero eso sí, tenemos que reivindicar que fue en España donde se le empezó a denominar de esta forma, “tortilla francesa”. Al contrario de lo que muchos pueden pensar, su nombre no tiene su origen en Francia sino en España. Los historiadores la sitúan concretamente en la provincia de Cádiz, en la primera década del siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia.

En 1810 durante el asedio de los franceses a las poblaciones de San Fernando y Cádiz, debido a los bloqueos, comenzaron a escasear alimentos de primera necesidad como las verduras, las hortalizas… y entre ellas las patatas, con las que elaborábamos nuestra riquísima tortilla española, pero en cambio sí era común tener en las casas alguna gallina que nos pudiera proporcionar huevos, dando lugar a que preparáramos tortillas simples, sin patatas y sin ningún otro ingrediente, que de forma jocosa comenzamos a llamar “tortilla a la francesa” o “la tortilla de cuando los franceses” cambiando su denominación con el tiempo hasta tal y como la conocemos hoy en día “tortilla francesa”.

Es uno de los platos más sencillos a los que nos podemos enfrentar en la cocina, que puede ser protagonista de desayunos, comidas, meriendas y cenas por igual. La receta básica consiste en batir huevos con sal y pimienta al gusto, pasarlos por una sartén caliente con un poco de aceite y cocinar hasta que esté dorada por ambos lados. 

Pero, aunque esta es la receta clásica a la que todos estamos acostumbrados, existen multitud de opciones para preparar una tortilla perfecta sin aceite e incluso sin sartén, pero sí con una bolsa para congelados. 

Tortilla francesa a la bolsa

El elemento clave para hacer este tipo de tortilla, es una bolsa de plástico de conservar alimentos, de las que tienen zip. Solo hay que cascar un par de huevos, meterlos dentro de la bolsa y, una vez cerrada, agitarlos hasta romperlos y mezclarlos. Lograda una masa homogénea, se meten los ingredientes con los que se quiera rellenar la tortilla y se vuelve a mezclar. Jamón, queso, tomate, pimiento… a gusto del consumidor. 

Una vez bien mezclado todo y debidamente sazonado, se mete la bolsa en una olla con agua hirviendo durante 12 o 13 minutos. Y listo. Servir y a la mesa con ella. Como la práctica hace al maestro, y los tiempos en la cocina suelen ir a ojo, será necesario hacer la tortilla de esta manera en varias ocasiones para encontrar el punto perfecto. 

Tortilla francesa en el microondas

El microondas también puede ser el aliado perfecto para hacer una tortilla francesa de manera rápida y sin manchar, ambas cosas más que necesarias cuando recurrimos, con prisas a este sencillo plato. 

Bate los huevos en un plato aparte, sazónalos y viértelos en un molde de silicona apto para el microondas. Si quieres, puedes añadirles a los huevos batidos unos tacos de salchichas, chorizo, pavo o cualquier otro ingrediente. Tapa el recipiente con su propia tapa o con film transparente -si utilizas esta opción hazle unos agujeros pequeños- e introdúcelo en el microondas durante un minuto.