Autofagia: qué es, cómo activarla en nuestro cuerpo y cuáles son sus beneficios

Aunque parezca mentira, el sector de la salud y del bienestar está en constante movimiento. Desde hace algunos años la autofagia se ha convertido en la última moda; se trata de un proceso regenerativo de nuestro cuerpo, que ocurre a nivel celular, científicamente reconocido, que algunos vinculan de manera efectiva con la pérdida de peso, la longevidad y una apariencia más joven.

La palabra autofagia, derivada del griego, hace referencia a la idea de "comerse a uno mismo", que sería el mecanismo por el que las células de nuestro cuerpo se degradan y reciclan sus propios componentes. El proceso de la autofagia fue identificado por primera vez en 1960, pero su importancia fundamental solo fue reconocida tras del trabajo de investigación del japonés Yoshinori Ohsumi durante la década de 1990, que le supuso el premio Nobel por su investigación sobre los mecanismos de la autofagia en 2016. 

¿En qué consiste el proceso? 

La autofagia provee a nuestro cuerpo de combustible para generar energía y le da los "bloques de construcción básicos" necesarios para la renovación celular.  Así, las células usan la autofagia para deshacerse de proteínas dañadas y de orgánulos, que son las distintas estructuras contenidas en el citoplasma de una célula. Lo hacen mediante una especie de sacos de reciclaje llamados lisosomas.

Los expertos en dietas y bienestar apuntan que la autofagia se puede inducir de manera natural a través del ayuno, el ejercicio de alta intensidad y la restricción de los hidratos de carbono.

En realidad, la autofagia no deja de ser un mecanismo de defensa de nuestro propio cuerpo, por lo que se activa en condiciones de estrés, como pueden ser, como hemos dicho, las situaciones de ayuno. El proceso de autofagia se activa cuando el cuerpo lleva entre 12 y 16 horas sin comer. Así se fuerza al cuerpo a consumir componentes distintos de la comida para alimentar a las células, como la grasa o los residuos.

Por otro lado, diferentes expertos sostienen que hay una correlación entre la autofagia y el proceso de envejecimiento. Esto es debido a su gran importancia fisiológica en procesos como la limpieza celular, la autofagia también puede retrasar el envejecimiento. Se enfatiza asimismo la importancia de las comidas y su frecuencia, pues según el período de ayuno, la autofagia o se estimula o frena.

Beneficios de la autofagia 

La autofagia tiene efectos importantes en nuestro cuerpo, no solo dentro de la célula, también tiene consecuencias directas fuera de ella. Dentro de la célula, la autofagia ayuda a:

  • Disminuir el estrés oxidativo (daño a las células causado por moléculas inestables conocidas como radicales libres)
  • Mantener el ADN y los genes estables
  • Evitar el deterioro y envejecimiento prematuro de las células
  • Mejorar la conversión de nutrientes en energía
  • Mejorar la eliminación de residuos
  • Eliminar patógenos y otros materiales extraños dentro de las células.

Mientras que fuera de la célula:

  • Disminuir la inflamación
  • Mejorar la transmisión de señales nerviosas en el cerebro
  • Mantener el sistema inmunológico funcionando normalmente.
  • Apoyar la detección de cáncer y otros agentes extraños por parte del sistema inmunitario

Beneficios corporales de la autofagia

  • Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El ayuno y, por tanto, la activación de la autofagia puede disminuir el colesterol LDL. Además, controla los niveles de glucosa sanguínea. Tener un control sobre el colesterol y los niveles de glucosa disminuye el riesgo de aumento de peso y de sufrir diabetes, dos de los enemigos de las enfermedades cardiovasculares.
  • Refuerza el sistema inmunológico. La autofagia tiene un enorme potencial para hacer frente a infecciones víricas y bacterianas, facilitando la recuperación del organismo
  • Protección contra el cáncer. El crecimiento sin control de ciertas células nocivas para el organismo es también conocido como cáncer. Si activamos la autofagia, este crecimiento debilitaremos las células malas y fortaleceremos las sanas. 
  • Actividad positiva en el cerebro. La autofagia regenera las conexiones entre neuronas, el proceso cognitivo funciona mejor, aumenta la memoria, el aprendizaje se vuelve más fácil y el estrés se reduce. Por todo ello, la autofagia puede ayudar a prevenir enfermedades neurológicas degenerativas como el párkinson, la epilepsia, el alzhéimer, la demencia o incluso los tumores cerebrales.
  • Ayuda a adelgazar. En esencia, el ayuno intermitente, factor que contribuye a la activación de la autofagia, ha demostrado que es posible adelgazar a costa de mantener unas ciertas restricciones alimentarias. En los periodos de alimentación no sigues una dieta saludable, lo que ganes por un lado lo perderás por el otro. La autofagia no significa en esencia la pérdida de peso, pero realizarla a través del ayuno intermitente o combinada con dietas de adelgazamiento, sí que se ha relacionado con la pérdida de peso.