El queso azul se ve encantador, pero muchas personas dudan en probar esta variedad de queso. Por eso, siempre es bueno saber más sobre un alimento antes de comerlo. Entonces, ¿qué es exactamente el queso azul?
El queso azul es un término genérico para varios tipos de queso con moho azul elaborado con diferentes tipos de leche que se hace infundiendo un moho comestible llamado Penicillium en la mezcla de queso. Estos son responsables de las venas azules o verdosas que se ven en todo el queso.
El origen exacto del queso azul es incierto, ya que hay varias teorías y leyendas sobre su invención. Sin embargo, se cree que el queso azul fue inventado por primera vez en Europa, posiblemente en Francia o en los países del Mediterráneo.
Una de las leyendas más populares cuenta que el queso azul fue descubierto accidentalmente por un pastor que olvidó su comida en una cueva, donde el queso adquirió el moho y el sabor característico. Independientemente de su origen, el queso azul se ha convertido en uno de los quesos más populares y apreciados en todo el mundo.
Dado que hablamos de un queso de un olor fuerte, un sabor intenso y lleno de moho de color azulado, puede que creas que el queso azul no se pone malo. Pero si tiras de sentido común, comprenderás que la base lechosa del queso hace que este se estropee como cualquier otro queso.
La cuestión más importante es conocer aquellos aspectos que te dirán si está o no echado a perder y tendrás que tirarlo a la basura, pues podría ser nefasto para tu salud.
El queso azul es uno de los quesos más deliciosos y populares, pero también es uno de los más delicados. Si no lo almacena correctamente, el queso puede perder su sabor y textura deseados. Afortunadamente, almacenar queso azul es fácil, sólo necesita papel de aluminio de calidad.
El papel de aluminio es especialmente bueno para almacenar queso azul debido a sus propiedades de barrera. El aluminio ayuda a crear un ambiente de almacenamiento aislado del aire, lo que reduce la cantidad de humedad que penetra el queso y lo mantiene fresco y sabroso.
Para almacenar queso azul correctamente, simplemente hay que envolverlo herméticamente en papel de aluminio antes de guardarlo en el frigorífico. Si se quiere mantener el queso en excelentes condiciones, debemos asegurarnos de cambiar el papel de aluminio cada vez que se use para eliminar cualquier humedad o bacterias que puedan haber quedado atrapadas.