Cómo saber si el queso azul está en mal estado

El queso azul se ve encantador, pero muchas personas dudan en probar esta variedad de queso. Por eso, siempre es bueno saber más sobre un alimento antes de comerlo. Entonces, ¿qué es exactamente el queso azul?

El queso azul es un término genérico para varios tipos de queso con moho azul elaborado con diferentes tipos de leche que se hace infundiendo un moho comestible llamado Penicillium en la mezcla de queso. Estos son responsables de las venas azules o verdosas que se ven en todo el queso. 

El origen exacto del queso azul es incierto, ya que hay varias teorías y leyendas sobre su invención. Sin embargo, se cree que el queso azul fue inventado por primera vez en Europa, posiblemente en Francia o en los países del Mediterráneo. 

Una de las leyendas más populares cuenta que el queso azul fue descubierto accidentalmente por un pastor que olvidó su comida en una cueva, donde el queso adquirió el moho y el sabor característico. Independientemente de su origen, el queso azul se ha convertido en uno de los quesos más populares y apreciados en todo el mundo.

Dado que hablamos de un queso de un olor fuerte, un sabor intenso y lleno de moho de color azulado, puede que creas que el queso azul no se pone malo. Pero si tiras de sentido común, comprenderás que la base lechosa del queso hace que este se estropee como cualquier otro queso.

La cuestión más importante es conocer aquellos aspectos que te dirán si está o no echado a perder y tendrás que tirarlo a la basura, pues podría ser nefasto para tu salud.

Examinando el queso azul

  • Huele el queso. La mejor forma de saber si el queso azul se ha echado a perder es olerlo. El queso azul fresco tiene un aroma fuerte, pero cambia a medida que empieza a deteriorarse. Olfatea el queso y si tiene un aroma similar al amoniaco, probablemente esté echado a perder. Es buena idea oler el queso azul justo cuando lo traigas a casa. De esta forma, sabrás como huele cuando está fresco y podrás detectar más fácilmente cuando el aroma comience a cambiar.
  • Considera los colores. El queso azul ya tiene moho, que normalmente es de color azul o verde. Sin embargo, pon atención al color de la parte cremosa del queso. Normalmente tiene una tonalidad blanca, beige o amarilla. Si notas que comienza a tornarse rosada, marrón o verde, lo más probable es que se haya echado a perder. Además de los cambios de color, observa el queso para determinar si la superficie parece viscosa o vellosa y deséchalo si notas cambios en su textura.
  • Prueba el queso. Si el queso azul sigue oliendo igual y su color no ha cambiado, normalmente podrás saber si está echado a perder dándole una probada. Aunque el queso azul fresco tiene un sabor fuerte y penetrante, el queso viejo se vuelve especialmente picante cuando comienza a echarse a perder. Si pruebas un poco de queso azul y su sabor es demasiado fuerte para disfrutarlo, deberás desecharlo. En la mayoría de los casos, comer un poco de queso azul echado a perder no hará que te enfermes, así que no es peligroso probarlo.

Trucos para conservar el queso azul

El queso azul es uno de los quesos más deliciosos y populares, pero también es uno de los más delicados. Si no lo almacena correctamente, el queso puede perder su sabor y textura deseados. Afortunadamente, almacenar queso azul es fácil, sólo necesita papel de aluminio de calidad.

El papel de aluminio es especialmente bueno para almacenar queso azul debido a sus propiedades de barrera. El aluminio ayuda a crear un ambiente de almacenamiento aislado del aire, lo que reduce la cantidad de humedad que penetra el queso y lo mantiene fresco y sabroso.

Para almacenar queso azul correctamente, simplemente hay que envolverlo herméticamente en papel de aluminio antes de guardarlo en el frigorífico. Si se quiere mantener el queso en excelentes condiciones, debemos asegurarnos de cambiar el papel de aluminio cada vez que se use para eliminar cualquier humedad o bacterias que puedan haber quedado atrapadas.

  • El queso debe estar completamente cubierto por el papel de aluminio, asegurándose de que no haya zonas expuestas al aire.
  • También se puede almacenar el queso azul en la nevera en una bolsa cerrada de plástico o recipiente hermético para reducir la exposición al aire.
  • Retirar el queso azul del refrigerador al menos una hora antes de su consumo, esto ayuda a que el sabor y la textura vuelvan a su punto máximo de calidad.
  • El queso azul no se puede congelar, ya que puede alterar su sabor y textura y estropearlo.
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