¿Es peligroso beber agua demasiado fría?

En pleno verano, y con una ola de calor tras otra, es normal que optemos por alimentos y comidas más frescas. Nada de potajes o caldos, mejor ensaladas o gazpachos, cosas más fresquitas que nos ayudan a soportar mejor el calor. Igual que las bebidas, es la temporada del café con hielo o de los refrescos recién sacados de la nevera, igual que el agua, mejor bien fría que del tiempo, aunque mucho se ha hablado de que el agua demasiado fría puede ser peligrosa para la salud.

¿Es verdad esto o es un simple mito más que ha ido corriendo a lo largo de los años y hemos mantenido? ¿Beber agua muy fría es peligroso para nuestra salud? Como cada semana, el nutricionista Aitor Sánchez resuelve en una nueva entrega de ‘¿En qué quedamos? Por Mi dieta cojea’ algunas dudas frecuentes sobre alimentación, en esta ocasión habla sobre el peligro, o no, de beber agua demasiado fría.

Te lo creas o no, seguramente a lo largo de tu vida has escuchado que beber agua muy fría no es bueno para la salud, ya no solo porque puede afectar a nuestra garganta, que es lo primero que se nos viene a la mente, sino que también puede llegar a causar un shock o un corte de digestión. ¿Hasta qué punto es realidad esto?

Lo que ocurre en nuestro cuerpo si bebemos agua demasiado fría es que nuestro cuerpo va a tener que ponerse a trabajar más para calentarla y que se parezca a la temperatura de nuestro cuerpo, por eso no se aconseja que el agua que bebemos esté muy fría. Más allá de eso, como cuando te comes un granizado, lo máximo que te puede pasar es que te entre un buen dolor de cabeza.

Entonces, ¿hay que beber agua del tiempo? Tampoco es así, el agua de la nevera es ideal para refrescarnos en verano, manteniéndose en una temperatura de entre 16 y 12 grados que no va a ser perjudicial para nuestra salud y que va a ayudar a enfriarnos un poco.

Alrededor de esto se han creado planes de alimentación que llegan a admitir que beber agua fría o masticar hielo ayuda a adelgazar. Sin ningún tipo de evidencia científica detrás, el gasto de energía para ajustar la temperatura de ese líquido a la corporal es ínfimo. Así que puede seguir bebiendo agua fría, pero sin pasarte.

Y hablando de verano, los helados son el postre favorito, aunque no todos son tan saludables como pensamos o como nos dice su caja. ¿Sabes en qué debes fijarte para saber si un helado es bueno? Aitor Sánchez te lo explica en el vídeo.

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