Efecto rebote: ¿por qué recuperamos el peso inmediatamente después de una dieta?
Las dietas restrictivas y los alimentos que sustituyen a las comidas en realidad son nuestro peor enemigo
Es inviable mantener este tipo de dietas en el tiempo
Las consecuencias en el organismo van más allá del efecto rebote porque surgen verdaderos problemas de salud
Cuando recibimos una invitación para un evento importante, nos alegramos por los protagonistas, pero lo primero que se nos viene a la cabeza es: "¿Qué me pongo?" En seguida decidimos empezar una dieta por nuestra cuenta o comprar los típicos sustitutivos de comida para bajar dos kilos en una semana.
Un error descomunal y un autoengaño del que los nutricionistas nos vienen avisando sin tregua. No solo no vale para nada, sino que en cuanto empezamos a comer como siempre se genera el temido efecto rebote. En Uppers queríamos entender qué provoca el efecto rebote, tras hacer una de estas dietas malignas y restrictivas, y sobre todo, cómo evitar el efecto rebote.
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María del Mar Durbán Redondo, dietista-nutricionista especializada en Trastornos de la Conducta alimentaria y Obesidad del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid, nos ha ayudado a aclarar todas nuestras dudas.
En primer lugar, María del Mar Durbán Redondo nos ha confirmado que el efecto rebote “es la recuperación del peso perdido e incluso una ganancia mayor tras dejar una dieta de tipo restrictivo”.
¿Qué provoca el efecto rebote?
La causa que provoca el efecto rebote es “la recuperación de cantidades y tipos de alimentos anteriores a la dieta restrictiva, que suponen un aumento calórico”, detalla la dietista-nutricionista. En ocasiones, al acabar el régimen no se vuelve a comer igual o los mismos alimentos. Durbán Redondo apunta que “en cambio, sí se aumenta la cantidad, puesto que ya “no estamos a dieta” y las proporciones vuelven a ser las incluidas en un menú con una carga energética normal”.
¿Cómo evitar el efecto rebote?
La única forma de evitar el efecto rebote es no embarcarnos en dietas restrictivas o no basar el menú en sustitutivos en general. La dietista-nutricionista es tajante al respecto, porque este tipo de regímenes “no se pueden mantener a lo largo del tiempo; inevitablemente provocan que al volver a comer las cantidades que nuestro cuerpo demanda, volvamos a subir de peso”.
¿Cómo bajar de peso de forma rápida sin efecto rebote?
Hay muchas posibilidades para bajar los kilos de más. La finalidad siempre tiene que ser la salud del organismo lo que además revierte directamente en el físico. “Nosotros siempre recomendamos la guía de profesionales de la nutrición y la medicina, puesto que logramos que la bajada de peso esté más controlada y no se produzca el efecto rebote”, adelanta. Por supuesto, cada uno debe adecuar la talla a las medidas de su cuerpo y “recomendaría la previsión de estos eventos con tiempo”, destaca.
Por otra parte, además del efecto rebote, tras las dietas restrictivas se producen otras consecuencias en el organismo. Según avanza Durbán Redondo, “en muchos casos se generan desarreglos hormonales, problemas de salud mental, problemas de circulación y problemas gastrointestinales. También aparecen lipedemas”. Esta última, el lipedema, es una enfermedad progresiva del tejido graso que afecta casi exclusivamente a mujeres y que se caracteriza por un acúmulo de grasa patológica predominantemente en brazos y piernas.
Pautas básicas para perder peso
Los consejos de Durbán Redondo para perder peso de forma saludable son los siguientes:
- Acudir a un profesional de la nutrición, “puesto que hay muchos factores que pueden llevarnos a tener un efecto rebote”, detalla.
- Asegurar la calidad de los alimentos que vamos a consumir, “incluyendo siempre una parte de proteína en forma de carne, pescado, huevos y legumbres”.
- No consumir alcohol.
- Reducir el consumo de harinas refinadas.
- Disminuir el consumo de grasas de dudosa calidad (chorizo, manteca, salchichón, morcilla, margarina, aceites...).
- Aumentar la ingesta de frutas y verduras.
- Hacer ejercicio a diario.
Estas son unas pautas básicas para que la bajada de peso “sea más llevadera”. Una dieta mediterránea que incluye todos los grupos de alimentos y la reducción drástica del alcohol, de las harinas refinadas y de las grasas de dudosa calidad “no generará ansiedad por la comida y será más mantenida en el tiempo”, concluye Durbán Redondo.