Estar a dieta es ya un estado físico y mental. Parece que, quitando las fechas relevantes del año como puede ser Navidad o los viajes de verano, comer restrictivamente es lo que hay. No hay más opción si queremos mantenernos relativamente bien. El peso nos obsesiona desde que nacemos y, a medida que cumplimos años, se vuelve más y más complicado que la báscula vaya reduciendo – y no aumentando – cifras. Sin embargo, si hablamos con especialistas repiten una y otra vez que estamos equivocados, que nos falla el concepto, que está anticuado. Gabriela Uriarte, nutricionista y autora del libro 'Hacer dieta engorda', nos ayuda a desmontar los mitos de la pérdida de peso y nos da las claves para planificar un menú semanal que destierre para siempre la palabra ‘dieta’.
"Vivimos atrapados en la cultura de la dieta", asevera la experta, un sistema de creencias que premia la delgadez, promueve la pérdida de peso como un medio para alcanzar un estado superior y oprime a las personas que no encajan con la supuesta imagen de 'salud' impuesta. Esto, nos lleva a tener una visión dicotómica de la salud y la alimentación, en la que o estás bien o estás mal, y en la que la culpabilidad se adueña de todo lo que rodea a la comida.
Es precisamente esto lo que lleva a la afirmación de que hacer dieta engorda. "Me refiero a las pautas muy hipocalóricas, que prohíben grupos de alimentos y que te hacen perder peso muy rápido a costa del agua y el músculo. Estas dietas tienen una trampa enorme, que nadie puede vivir así para siempre, por lo que la adherencia es mínima y, por lo tanto, el mantenimiento de lo perdido casi imposible".
Estas pautas, además, empeoran nuestra relación con la comida y favorecen los ciclos de control - descontrol por lo que cada vez que sumamos una dieta más a nuestro historial, "más difícil hace que salgamos del bucle del dietante crónico”. Funcionan de la siguiente manera: pierdes cinco y subes siete, y así repetidamente, por lo que poco a poco vas subiendo de peso.
Durante años nos han dicho que lo importante es que nos fijemos en lo que marca la báscula, sin tener en cuenta qué porcentaje de ese peso de corresponde a cada cosa. "El parámetro de referencia debe ser la grasa. Puedes subir peso y no necesariamente ser a expensas de grasa y viceversa, puede ser agua o músculo por ejemplo", explica la dietista. Por lo tanto, si lo que buscas es mejorar tu composición corporal, es decir, bajar grasa, hay que acudir a un nutricionista que valore tu situación y diseñe una pauta dietética saludable que te sacie y te de energía. "Hay que conseguir que el paciente tenga la sensación de que puede comer así para siempre", recalca.
De ahí que Uriarte nos pida que desterremos el concepto 'pasarse' y 'compensar'. “Son conceptos erróneos porque implica que hay límites que no se deben sobrepasar y la alimentación perfecta, milimétrica y rígida no es saludable. Es importante que haya flexibilidad porque no solo comemos por razones fisiológicas, también comemos por placer. Hay que tener en cuenta el 'quiero' y no solo el 'debo' Por lo que mi consejo es que disfrutes de lo que has decidido comer, y después sigas con el patrón habitual. De igual manera que por comer un día verduras no va a influir en una mala alimentación tampoco lo hace viceversa”, explica.
Parece lo mismo, pero realmente no lo es. La saciedad es la sensación de plenitud entre comidas y la saciación es la sensación que nos hace tomar la decisión de dejar de comer en la misma comida. Ambos conceptos son importantes y están interrelacionados. "A mí me gusta mucho hacer hincapié no solo en lo que se come, también en cómo se come la comida: sin distracciones, masticando y saboreando la comida, con la atención puesta en la comida. De esa manera, nuestra saciación y saciedad se verán mejoradas y son herramientas súper necesarias para bajar de peso".
A esto ayudará también comer de forma adecuada, planificando tus menús con anterioridad y cocinando en casa. Para eso, el batch cooking. Por ello, la experta unos simples consejos para prepararlo de forma fácil y rápida. "Podemos empezar por planificar las comidas y el cocinado el domingo, ajustándolo a nuestras necesidades, no es necesario dejar listas todas las comidas y cenas de la semana. Si tenemos poco tiempo, la verdura es una de las mejores cosas para adelantar, así como contar con una buena despensa y congelar el exceso para aprovecharlo otra semana", concluye.