Martes por la tarde, entras en el supermercado de una gran superficie y, ¿qué ves? El modelo ha cambiado por completo. Recuerdas cuando eras niño e ibas con tu abuela al mercado de abastos repleto de fruta, verdura y pescado de esa misma mañana. Ahora, con tus nietos del brazo, los pasillos se han llenado de ultraprocesados, platos preparados, bollería y bebidas azucaradas. Contra esta tendencia nace el 'Realfooding', el movimiento que propone dar un paso atrás para integrar en el presente lo mejor de la alimentación tradicional.
"Es un concepto nuevo que se basa en el consumo de productos lo más naturales posible, es decir que hayan sufrido el mínimo proceso industrial", explica Emilio Galíndez, dietista-nutricionista de la Clínica Capón. Propone que la alimentación se debe basar en "el consumo de frutas y verduras, carnes y pescados", a los que también se pueden sumar algunos semiprocesados, que "son los productos que no son directamente naturales sino primeros derivados y a los cuales no se les ha añadido más ingredientes, como pueden ser algunos lácteos, frutos secos, cereales y panes totalmente integrales, congelados no precocinados o conservas".
Eso sí, "es fundamental visitar a un profesional que estudie tus particularidades o patologías, porque cada caso es diferente y debe ser analizado", advierte el experto. Según un estudio de 40db para Uppers el 74,4% de la población entre 45 y 65 años elige productos de temporada, es decir que la filosofía de 'comida real' está interiorizada, mientras que en menores de 45 años el porcentaje cae al 42,4%.
Es importante tener claro que el 'Realfooding' no es una dieta, "es un estilo de vida". Es decir, "no es algo que hacer unos meses para quitarte dos o tres kilos, se practica de forma continuada y tiene una serie de ventajas", añade el experto.
La más importante de todas es que favorece una mejora general de la salud. "Cuando se tiene un exceso de peso hay una serie de problemas asociados como la ansiedad o las malas elecciones y en este sentido la comida real ayuda. Los alimentos naturales no tienen aditivos que provoquen ansiedad y contienen una carga calórica menor al resto, pero sacian más", explica Galíndez.
Por lo tanto este tipo de alimentación suele estar asociada una mejora de la salud cardiovascular. Según la Organización mundial de la Salud, la obesidad es responsable del 6% de todas las muertes registradas en el planeta, lo que lo convierte en el cuarto factor de riesgo de mortalidad mundial.
El nutricionista hace especial hincapié en la importancia de eliminar una serie de alimentos de las neveras y despensas. Lo primero de todo sería "olvidar los ultraprocesados, productos que contengan harinas refinadas, azúcares y grasas refinadas. Un buen truco es fijarse en las etiquetas, las que contengan más de cinco ingredientes pertenecen a artículos no aptos" y advierte "la etiqueta light no es sinónimo de calidad, suelen ser productos igual de malos que los que no la tienen, pero engañan con el nombre a los consumidores".
Los datos hablan, los estudios también. Uno de los últimos, realizado por investigadores españoles y publicado en la revista británica BMJ, revela una vez más que el consumo de ultraprocesados aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Específicamente, ingerir cuatro ultraprocesados diarios aumenta en un 62% el riesgo de muerte, un porcentaje que aumenta significativamente con cada alimento que sumamos a la lista. Por eso estos científicos ahora están centrados, a través de ensayos clínicos, a analizar cómo se produce el daño a la salud y a averiguar si cambia, de alguna manera, el microbioma intestinal.
El nutricionista Carlos Ríos (27 años) es el creador de esta iniciativa, que originariamente surgió en Instagram. Lo que comenzó como algo personal, cuenta ya con más de 937 mil seguidores en su cuenta privada y 647 mil en la del movimiento. Un verdadero séquito de 'realfooders' que defiende la alimentación saludable.
Después de su éxito en Redes Sociales, el joven ha abierto una clínica nutricional en Madrid e incluso una tienda online. Semanalmente publica artículos en la Academia Realfooding, un espacio donde explica científicamente los beneficios de su método, y también se ha lanzado a la escritura con 'Come comida real' una guía de cómo transformar la forma de alimentarnos, utilizando como ejemplo la película Matrix.