Una posible recaída: Harvard advierte del riesgo de abandonar los antidepresivos repentinamente
Solo en 2021 en España se consumieron alrededor de 50 millones de antidepresivos, un 8% más que en 2020
La Universidad de Harvard alerta de lo peligroso que es dejar la medicación para la depresión de un momento a otro, de forma repentina
Además de consejos, la institución recuerda que el abandono de los antidepresivos debe ir siempre supervisado por un profesional
En 2021 se consumieron en España unas 50 millones de unidades de antidepresivos según los datos de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), un aumento de en torno a un 8% respecto a 2020. En cuanto a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 280 millones de personas tienen depresión en todo el mundo. La terapia y la medicación son dos de los principales métodos de tratamiento y en el caso de los fármacos, dejarlos supone una buena noticia porque quiere decir que ya no son necesarios y que la enfermedad se ha superado. Pero abandonar la medicación, o más bien la forma de hacerlo, también puede traer problemas.
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La Universidad de Harvard ha lanzado recientemente una publicación sobre el peligro de abandonar de forma repentina la mayoría de los antidepresivos, pudiendo provocar abstinencia de la medicación y una posible recaída en la depresión. "La decisión de suspender los antidepresivos debe considerarse cuidadosamente y tomarse con el apoyo de su médico o terapeuta para asegurarse de que no los deje prematuramente, con el riesgo de que la depresión vuelva", expresa la prestigiosa institución.
Los antidepresivos, explican, "funcionan alterando los niveles de neurotransmisores, mensajeros químicos que se adhieren a los receptores de las neuronas en todo el cuerpo e influyen en su actividad". De esta manera, las neuronas terminarán adaptándose a los nuevos niveles, pudiendo aparecer síntomas de diferente grado si estos cambian rápido, como cuando se deja de tomar repentinamente la medicación.
Diferenciar una recaída del síndrome de la retirada
Harvard expone que la sintomatología por la interrupción del tratamiento puede llegar a provocar ansiedad o la misma depresión. No obstante, recalcan que esto no significa que el paciente sea un adicto a los antidepresivos, es más, afirman que muy pocas personas terminan desarrollando la necesidad de aumentar la dosis.
Así, los expertos exponen cuatro puntos para poder distinguir una posible abstinencia tras haber interrumpido el tratamiento:
- Los síntomas de interrupción aparecen días o semanas después de suspender la medicación, pero lo de recaída aparecen algo más tarde.
- Pueden aparecer molestias físicas, como mareos o una sintomatología similar a la gripe.
- Además, los síntomas de la interrupción, por lo general, desaparecen rápidamente cuando se toma la medicación, pero en caso de recaída tarda varias semanas en hacer su efecto.
- Por último, el llamado síndrome de la retirada se resuelve progresivamente con el reajuste de los neurotransmisores del organismo, pero con una depresión no ocurre lo mismo.
A qué síntomas estar atento
¿Y cuáles son los síntomas de la abstinencia? "Los neurotransmisores actúan en todo el cuerpo y puede experimentar efectos tanto físicos como mentales cuando se deja de tomar antidepresivos o se reduce la dosis demasiado rápido". Por ello, Harvard expone los siguientes síntomas:
- Problemas digestivos
- Control de vasos sanguíneos
- Cambios en el sueño
- Problemas de equilibrio o mareos
- Problemas de movimientos
- Cambios de humor
- Sensaciones extrañas
Una retirada gradual y controlada
Por todo ello, los expertos de la Universidad de Harvard apuntan a que la retirada de los fármacos debe realizarse de forma gradual con el seguimiento de un profesional, hasta el punto de que se pueden tardar varios meses en el proceso desde la reducción hasta abandonar los antidepresivos totalmente. Otra cosa es, por ejemplo, cambiar la medicación, ya que no todos los fármacos actúan de la misma forma, pudiéndose adecuar a la situación de cada momento.