¿Por qué cuánto más queremos ser felices menos lo somos?: “Nos fijamos metas irreales”
"Esa gran felicidad que parece llegar únicamente cuando conseguimos “super logros” nos mantiene presos en la desesperanza"
"El pasado solo se deja atrás si nos enfocamos en el presente, sin juicios, porque ya no vivimos allí…"
"Esta dieta mental nos ayudará a intentar cada día enfocarnos en aquellas cosas positivas en vez de en las negativas"
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, fijándonos metas, consiguiendo objetivos y planteando otras nuevas que nos hacen sentir que nunca estamos del todo completos. ¿Te has planteado que en lugar de seguir buscando un futurible lo recomendable es disfrutar del presente y sacarle el máximo provecho porque no va a volver nunca? Quizás lo has pensado más de una vez, pero bien es cierto que es muy difícil de conseguir. Para ayudarnos a hacerlo, hablamos con Natalia Sanchidrián, autora del libro ‘Prueba de fe’ , que, tras vivir una infancia marcada por el abuso y el trauma, nos acompaña en un proceso para entender cómo dejar el pasado atrás, disfrutar del presente y realizar un viaje a nuestro interior.
¿Por qué cuánto más queremos ser felices menos lo somos?
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Querer conseguir algo en la vida es maravilloso, siempre y cuando conseguirlo no se convierta en una búsqueda desesperada y una meta irreal e intangible que nos aleje del momento presente. A veces convertimos la felicidad en un proyecto futuro y dependiente de muchos factores que, además, en ocasiones, se aleja de nuestro control. Esa gran felicidad que parece llegar únicamente cuando conseguimos “super logros” nos mantiene presos en la desesperanza si estos no llegan, o tardan en manifestarse. Para mí, ahora, la felicidad tiene otros nombres: respirar perfectamente tras un episodio de asma, escribir sentimientos que me hagan sentir bien, pedir comida mientras ves una película chula acompañada de alguien a quien quieres, momentos irrepetibles y que, indudablemente son felices.
Anhelar una meta pensando que únicamente seremos felices, o “más felices”, sin disfrutar el proceso por conseguirla, es otra manera de sufrir… Cuánto más anhelamos ser felices, es porque sencillamente no lo somos, y esa misma energía de desesperanza es la que nos mantiene en ella.
Entendemos la fe como un concepto religioso, pero ¿puede tener otra connotación?
¿Acaso no es fe lo que sientes cuando te montas en un avión y pones tu vida en manos de una persona a la que ni tan siquiera conoces? ¿O cuando pasas por una operación quirúrgica tú o un ser querido, no es fe en ese cirujano en el que te apoyas? No estamos hablando de rezar a nadie, hablamos de fe, de confianza. Si el hombre continúa existiendo es porque cree en algo, sea en lo que sea.
¿Cuál está el primer paso para ser feliz?
Dejar de pensar en si eres feliz o no, y vivir cada momento. La vida no se trata de intentar ser feliz las 24 horas del día. Porque está llena de retos, pero lo bueno de todo es que cada circunstancia o experiencia es temporal, y si la felicidad son momentos, la tristeza también lo son… Y de nosotros depende el enfoque que deseemos darle a cada uno de esos momentos.
¿Los 50 es demasiado tarde para empezar a serlo?
¿Tarde? No importa la edad que tengas, o el momento en el que te encuentres, ya que nunca es tarde para comenzar una nueva vida, para comenzar a ser feliz, para creer en ti y enamorarte de ti mismo y de otras personas, en definitiva, este es el momento perfecto para vivir, ahora. Así que no esperes ni un minuto más.
La vida no se trata de intentar ser feliz las 24 horas del día
¿Pensar primero en uno es egoísta o sanador?
La sociedad nos hace pensar que para “ser alguien” tenemos que hacer muchas cosas “importantes”; tener otras tantas (casas, coche, hijos…) para así poder ser alguien y encajar. Para que se nos “acepte” en el círculo o entorno del que procedemos. Se nos enseña a ser las mejores en todo: hija, madre, pareja, cuñada, amiga…etc. Pero nadie nos enseña a ser quienes somos en realidad, a mirar hacia dentro, a identificar lo que realmente sentimos, y, cómo no, a pensar en nosotros mismos, antes que nada. Aprender a pensar en una misma primero es sanador, sobre todo porque no estamos acostumbradas a hacerlo, y lo mejor de todo es que, una vez comienzas a pensar en ti, y amarte sobre todas las cosas, comienzas a amar a otros, desde un espacio nuevo de cariño, respeto y confianza.
¿Se puede decir ‘basta’ y seguir viviendo en sociedad?
Se puede ser asertivo desde el cariño, exponer tus necesidades y ser fiel a tus valores. Pero entiendo tu pregunta, porque a veces elegir nuestro camino puede significar hacerlo sola por un tiempo, ya que esto significa separarte de un entorno que, por los motivos que sean, en esos momentos no suma ni ayuda en tu vida. Podemos vivir en sociedad siendo fieles a nosotros mismos, pero indudablemente algunos cambios serán necesarios, y estos quizás te harán alejarte algo de tu conocida “zona de confort”.
¿Cómo explicas a tu entorno que te has cansado?
Aprendí a comunicarme de manera no violenta gracias a la Inteligencia Emocional, este tipo de comunicación me ha ayudado y sigue ayudando a la hora de expresarme libremente y sin miedo, desde el respeto. Son herramientas muy útiles que recomiendo a todo el mundo. No se trata de responsabilizar a nadie de la situación o emociones que tú sientas, sino más bien de comunicar tus sentimientos y necesidades desde el cariño y la comprensión que todo el mundo merece.
Nadie nos enseña a ser quienes somos en realidad, a mirar hacia dentro, a identificar lo que realmente sentimos
¿Nos puedes dar tres consejos para ser feliz?
- Cada día enfócate en algo que te haga sentir bien contigo misma/o. Aunque solo sea una cosa. Si solo tienes en mente cosas desagradables, imagina que clase de sentimientos tendrás durante todo el día…
- Agradece cada mañana, cuando pongas los pies en el suelo, seguir teniendo salud. Si tú y yo seguimos aquí, es porque tenemos más salud que enfermedad.
- Ponte metas diarias, realistas, pequeñas y tangibles, y cuando las vayas consiguiendo valora cada logro, por pequeño que sea: “esta semana voy a salir a caminar dos días”, “hoy me comprometo a hacer tres llamadas a…”, “esta semana acabaré de leer este libro”, etc.
¿Cómo podemos cambiar de mentalidad para ser más felices?
Al igual que hacemos dietas de comida, o vamos al gimnasio, tendríamos que hacer dieta mental. Y no, no vale con hacerlo una semana o un mes… ¡es de por vida!
Esta dieta mental nos ayudará a intentar cada día enfocarnos en aquellas cosas positivas en vez de en las negativas.
¿Es posible curarse totalmente del pasado?
Creo que muchas heridas emocionales del pasado se sanan con esfuerzo y ganas, pero algunas veces nos quedamos ancladas a ellas, y no es nada positivo. A veces el ser humano siente un apego al sufrimiento inconsciente por las ganas que tiene de sanar o de “arreglar” lo que creemos que está roto. Pero no es así, tan solo necesitamos ayuda para comprender, perdonar y dejar ir todo aquello que ya no nos sirve… Creo que el pasado solo se deja atrás si nos enfocamos en el presente, sin juicios, porque ya no vivimos allí…