Se estima que aproximadamente el 5% de los adultos del mundo sufren depresión, hablamos de unos 322 millones de personas, convirtiéndose así en el trastorno mental más común. Es la principal causa de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial de morbilidad. Afecta tanto a mujeres como a hombres, pero es más frecuente entre los mayores de 60 años. Aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales más del 75% de las personas afectadas no recibe ninguno. El reconocido psiquiatra Jesús de la Gándara ha ofrecido a Cadena SER tres claves muy sencillas para prevenir una recaída en la depresión. Te contamos cuáles son.
Lejos de banalizarla, debemos entender que la depresión es una enfermedad como cualquier otra y por lo tanto hay que tratarla con los medios adecuados. Dependiendo del tipo y de la gravedad será con antidepresivos, psicoterapia y siempre con apoyos familiares y cambios en los hábitos de vida. Son precisamente estos últimos los que pueden marcar la diferencia y evitar que volvamos a lo más oscuro de nuestra mente.
“No hay que olvidar nunca 3 conceptos muy sencillos. El primero, moved los pies todos los días. Es recomendable hacer ejercicio, caminar, controlar los pies, para mantener una ligera actividad física. El segundo, moved las manos todos los días. Compón algo, abraza, toca el piano, haz croquetas, aplaude… por último, mueve la lengua todos los días. Habla y escucha, comunícate y hazlo bien. No te cabrees, ni con los demás, ni contigo, ni con el mundo”, explica el psiquiatra.
Uno de los mayores riesgos de la depresión es la alta probabilidad de recaída. “Habéis tenido una depresión y no conviene que tengáis más. Una de dos o aprendéis o repetís. Todo el mundo, todos, somos seres humanos y lo más frecuente es repetir, desgraciadamente”, asevera de la Gándara.
El problema de las recaídas es la frustración. Aproximadamente, la mitad de las personas que han padecido depresión en algún momento de su vida, vuelven a tenerla. Según la asociación estadounidense de psiquiatría, los dos primeros meses tras la finalización del tratamiento del episodio de depresión original son el periodo de mayor riesgo de recaída y por eso es tan importante prestar atención a los síntomas residuales de la depresión como la dificultad de atención, concentración, memoria o toma de decisiones. Los malos hábitos son también desencadenantes comunes, así como los conflictos familiares, el alcohol las circunstancias estresantes e incluso los cambios estacionales y hormonales.