Estar enganchada a un hombre tóxico es una de las peores pruebas a las que nos podemos enfrentar en nuestra vida sentimental. La psicóloga Lara Ferreiro lo sabe; fruto de su experiencia es 'Adicta a un gilipollas', un tratado riguroso, ágil y lleno de humor sobre las relaciones de abuso entre la pareja, cómo reconocerlas y, sobre todo, cómo superarlas. En esta nueva entrega, la psicóloga desgrana los distintos perfiles de parejas tóxicas.
¿Qué marco mental manejan los hombres tóxicos?
Manejan un marco mental de manipulación y de chantaje. Estos hombres son narcisistas, se priorizan a sí mismos. Son personas muy rígidas que no contemplan que otras personas les puedan criticar. No admiten la crítica. Para conseguir sus objetivos, son capaces de manipular a su pareja; el fin justifica los medios. Se creen la última Coca Cola del desierto. Su marco mental es abuso, extorsión y chantaje a cualquier precio.
¿Cómo se comportan?
Utilizan técnicas de manipulación. Una muy habitual es el bombardeo amoroso. Al principio de la relación son las personas más cariñosas, se comportan como si fueran el hombre de tu vida. Te dicen todo lo que quieres oír, pero todo es falso porque están en 'campaña electoral'. Después de eso, cuando ya están atrapada en sus redes, empieza la devaluación: empiezan a decirte que no vales nada o empiezan a pasar de ti. Otra técnica es la triangulación, cuando comienzan las infidelidades. Otra técnica habitual es la inculpabilización interna mediante la cual la mujer tiene la culpa de todo.
¿En consulta ves muchos casos de este tipo?
Recuerdo uno reciente en el que la mujer pilla a su pareja siéndole infiel en su propia casa. La mujer terminó suplicándole que no se fuera de casa. El hombre le decía que tenía que serle infiel porque no le daba el sexo que necesitaba. En este caso, la víctima acaba manipulada.
¿Cuál es la manipulación más peligrosa?
El 'gas lighting' o hacer luz de gas es peligrosísimo. Con ella te llevan al límite y te hacen creer que el problema eres tú.
¿La ruptura con un hombre tóxico es diferente a otras?
Sí, son más complicadas. Suelen hacer 'ghosting'. Desaparecen de un día para otro, te bloquean en sus redes. A veces, reaparece para volver a desaparecer. Puede querer seguir utilizando a su víctima para el sexo y suele pedir mensajes sexualizados. Son expertos en maltrato emocional y abuso.
¿Siguen algún patrón?
Sí, cada maltratador suele seguir un patrón. Como te decía, al principio todo es maravilloso. Te hacen caer en tus redes y luego empiezan con lo que hemos comentado: devaluación, triangulación... Si les dejas, desaparecen, vuelven, consiguen que la pareja se reconcilie y entonces cortan.
¿Hay algún perfil peor que otros?
Todos son horribles. El metralleta sexual nunca va a cambiar. Tienen menos niveles de vasopresina, la hormona de la infidelidad, son infieles crónicos. El emparejado tiene su pareja oficial y luego otras. Tampoco va a cambiar. El psicópata narcisista es otro perfil peligroso, son psicópatas integrados que van a destrozar la vida de sus parejas. La corteza prefrontal de su cerebro está alterado, nunca van a cambiar. La gente piensa que un psicópata es un asesino en serie, pero no. Algunos, jefes o parejas, por ejemplo, están integrados. El parásito vive a costa de su pareja. Es importante que se sepa que nunca van a cambiar.
¿Nunca?
El perfil que tiene alguna posibilidad es el atormentado si va a terapia.
¿Es posible desengancharse de los hombres tóxicos?
He elaborado una terapia propia para que puedan desengancharse. Hay una serie de ejercicios para realizar durante unas semanas y también revisar nuestros mitos y creencias. También es importante dejar de seguir a la persona tóxica en redes sociales, bloquearle y 'no consumir' su imagen en las diferentes redes.
¿Por qué crees que es importante que se sepa que los hombres tóxicos no cambian?
A veces se tienen esperanzas, creemos que podemos cambiar al hombre tóxico, pero no puede haber cambios. Los estudios cerebrales lo confirman. Todos son muy narcisistas. Desde su perspectiva, se consideran perfectos, ellos no tienen que cambiar. Los que tienen que cambiar son los de alrededor. Y si no lo consiguen, cambian de pareja para seguir depredando.