¿Y si la clave para estar bien fuera tan sencillo como no hacer nada de vez en cuando? De eso trata el Niksen: el arte de no hacer, no pensar, no actuar.
Cuando estamos en el sofá, tirados, viendo la televisión o simplemente no haciendo nada muchas veces nos sentimos culpables, improductivos, sabiendo que podríamos aprovechar ese tiempo para hacer cualquier cosa importante. Pero no hacer nada muchas veces puede ayudarnos, ahí está el arte del Niksen.
La creencia de tener que ser productivos siempre, las 24 horas del día, puede provocarnos estrés y, por tanto, seamos mucho menos productivos en nuestro día a día. Un artículo sobre el Niksen en 'The New York Times' trataba como realmente llegar a ese punto de no hacer nada es muy complicado, pues vivimos en una sociedad conectada, en la que siempre tenemos el móvil encima, por lo que desconectar es una tarea casi imposible.
Annette Lavrijsen es la autora de Niksen, un libro sobre esta técnica en donde ha creado un manifiesto, cinco puntos por los que defender esta práctica como beneficiosa para la salud de quienes la practican:
Según la psicóloga Monia Presta, el Niksen es nueva versión del mediterráneo Dolce Far Niente, un hábito que ayuda a calmar la mente y centrarnos en el presente, en el aquí y ahora. El modo simpático en que vivimos dispara el cortisol tóxico, aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria y dispara la ansiedad. Poder serenar la mente activando el modo parasimpático es una manera para bajar revoluciones y centrarse en el presente que es lo único que existe. Por tanto, poder pensar menos y activar el sentir a 360 grados es una solución óptima para conectar con nuestra brújula interior, las emociones y ser felices en nuestras vidas.
Un mantra que podemos utilizar para llegar al estado de no hacer es "Quiero vivir en modo simpático". "Es el lema que yo transmito a mis pacientes", explica esta experta. Estar sin hacer nada facilita la creación de nuevas rutas neuronales. "Sabemos que el cerebro es neuroplástico, que significa la capacidad de generar nuevas neuronas y por tanto nuevos aprendizajes a lo largo de toda la vida. Y esa es la maravilla de nuestra mente", concluye la psicóloga.
Los beneficios del Niksen o del Dolce Far Niente sobre la productividad, la creatividad o la felicidad que el arte de no hacer nada tiene para las personas son muchos y muy interesantes. Destacamos los más importantes: