"¿Qué te pasó?": cómo nuestras primeras experiencias infantiles pueden marcar nuestro futuro

  • Oprah Winfrey y el doctor Bruce Perry exploran cómo lo que nos sucede en la primera infancia tiene una gran influencia sobre la persona adulta en la que nos convertimos

  • El libro '¿Qué te pasó?' Trauma, resiliencia y curación' insta a adoptar otra perspectiva a la hora de pensar sobre nuestro comportamiento y el de los demás

  • "Las experiencias traumáticas que atravesé de niña me condicionaron para convertirme en una persona sumamente complaciente", explica Oprah

Oprah Winfrey es toda una líder mundial en el ámbito de la comunicación, además de una actriz, productora y filántropa admirada y respetada en todas partes. Sin embargo, su vida quedó marcada por un acontecimiento terrible que experimentó en la infancia: con solo nueve años fue violada en repetidas ocasiones por un familiar. Quizás por eso, a sus 67 años, ha querido explorar en '¿Qué te pasó?' Trauma, resiliencia y curación' (Zenith), un libro escrito junto al doctor Bruce Perry, cómo nuestras primeras experiencias infantiles pueden marcar nuestro futuro.

El libro, planteado como una conversación a dos, sugiere que tal vez sea hora de dejar de preguntar "¿qué te pasa?" o "¿por qué te comportas así?" y empezar a cuestionar "¿qué te pasó?" para dilucidar el por qué de nuestros comportamientos como adultos. Aunque lo habitual es asociar el trauma infantil a malos tratos físicos o al abuso sexual, lo cierto es que puede provenir de cualquier situación que una persona haya vivido en un momento dado y por la que se sienta sobrepasada, desbordada, sin saber cómo asimilar esa experiencia.

La experiencia de Oprah

Oprah explica así su caso: "Había aceptado un trabajo como reportera y trabajaba cien horas a la semana. Quería ser una más del equipo, pero cada vez me sentía más fuera de lugar. Como ya he explicado, las experiencias traumáticas que atravesé de niña, que incluían el desarraigo familiar, sufrir abusos sexuales y recibir palizas habitualmente, me habían condicionado para convertirme en una persona sumamente complaciente, incluso cuando serlo suponía agotar mi energía por completo".

"Por eso, cuando notaba los indicadores de estrés que me enviaba mi cuerpo, los ignoraba y optaba por tranquilizarme con la droga que tenía más a mano: la comida. Cuanto más desequilibrado era mi ritmo de vida, más buscaba ese alivio para silenciar las señales", continúa la comunicadora.

Llenando el cubo de la recompensa

El doctor Perry, psiquiatra especialista en trauma infantil, explica que "a medida que estos niños crezcan y empiecen a consumir ellos mismos drogas o alcohol, es posible que descubran que pueden sentir una calma que nunca habían experimentado; el placer que produce el alivio del distrés se convierte en una recompensa muy potente. Porque recordemos que el alivio del distrés genera placer".

"Se sienten relajados por primera vez en su vida. El impulso de volver a consumir es muy fuerte, aunque estará influido por lo desregulados que estén y por la naturaleza y la fuerza de las otras fuentes de recompensa presentes en su vida. Cada día llenamos nuestro cubo de la recompensa con distintas fuentes de recompensa, y no todos los días son iguales", añade.

Las experiencias traumáticas vividas a una edad temprana suelen dejar secuelas en la organización de los circuitos neuronales del cerebro y se pueden manifestar de muchas maneras. Desde trastornos mentales graves, psicóticos, de ansiedad, alimentarios o del sueño hasta depresión, intentos de suicidio o consumo de sustancias y drogodependencia.

La dificultad principal para superarlo es que muchas veces a las personas les cuesta hablar de ello. Muchas tienen enterradas estas experiencias en la memoria y no afloran fácilmente, pero es un error dejar pasar estas problemáticas. Lo más terapéutico y lo más útil para dar con el tratamiento adecuado es poder hablar del problema a fondo.

Disponer de las herramientas necesarias para poder detectar e intervenir en situaciones de trauma es esencial para iniciar un tratamiento lo antes posible y evitar que el problema se siga agravando con el tiempo.