La sencilla fórmula para ser feliz, según el psiquiatra Robert Waldinger

La felicidad es una búsqueda a lo largo de la vida de cada individuo. Más que una meta, la felicidad es un estado de ánimo, el deseo de una vida plena. Filósofos, pensadores y psicólogos, desde Aristóteles hasta Aldous Huxley, han reflexionado a lo largo de la historia sobre esta cuestión fundamental para el hombre. 

No obstante, no existe una única receta para la felicidad, pero el médico, investigador, profesor de Psiquiatría en la Harvard y director del Centro de Terapia Psicodinámica e Investigación del Hospital General de Massachusetts, Robert Waldinger asegura que la clave de la felicidad puede estar en las relaciones de apego seguro.

“Las personas con mejores relaciones viven más, son más felices y gozan de mejor salud”. Es decir, las relaciones interpersonales son una pieza clave no solo en nuestra felicidad, sino también en nuestra salud física y longevidad. “Para cualquier persona, es fundamental contar con al menos una o dos relaciones de confianza y seguridad en la vida”, añade Waldinger. 

El investigador está al frente del estudio más largo jamás realizado sobre la felicidad y el bienestar en la vida de las personas. Se trata del ‘Estudio de Desarrollo de Adultos’ de la Escuela de Medicina de Harvard. Tras más de ochenta años de entrevistas a cientos de personas, las conclusiones de esta investigación son sorprendentes. 

La investigación tiene un enfoque único, ya que, en lugar de fijarse en factores externos como el dinero o el estatus social, se centra en cómo las relaciones interpersonales y las conexiones humanas afectan al bienestar, la satisfacción y la felicidad de las personas de manera directa.

La importancia de las relaciones sociales

“Las relaciones sociales y conexiones humanas son una parte importante de nuestras vidas y pueden tener un gran impacto en nuestro bienestar emocional. Tener buenas relaciones sociales puede ser una fuente de felicidad y apoyo. La mejor teoría de cómo nuestras relaciones sociales afectan a nuestra salud está relacionado con el estrés”, afirma Waldinger.

Tener buenas relaciones sociales da al ser humano la sensación de pertenencia, de confianza y de “apego seguro”, algo que regula los niveles de estrés y puede, incluso, evitar el desarrollo de enfermedades como la diabetes o las enfermedades del corazón. “Pasar tiempo de calidad con personas que nos importan, o con quienes tenemos una afición en común, es esencial para sentirnos plenos y cuidar de nuestra salud”, concluye Waldinger. 

El psiquiatra insiste en que hay cuatro cosas más importantes de para tener buenas relaciones personales que ayudan a alcanzar la felicidad

  1. No descuidar a tus amigos.  Tener relaciones auténticas y significativas ayuda a sentirse más conectados y felices. Es muy importante dedicar tiempo de calidad a nuestro círculo de amigos más cercano. Los amigos dan apoyo emocional, perspectivas diferentes y nos ayudan a crecer como personas, por lo que es importante cuidar las amistades. Es importante sentir que además de ofrecer cosas también las recibimos. 
  2. Mismos intereses. Participar en actividades sociales es buena idea para conocer a personas con los mismos intereses. Ya sea algún voluntariado o alguna afición, cualquier opción es válida. También, pertenecer a un grupo ayuda a tener una buena autoestima y a darnos una sensación de propósito y significado a la vida.
  3. Ser uno mismo. Es muy importante ser uno mismo y aceptar nuestras propias características y peculiaridades, con sus cosas buenas y también malas. Para ello, es esencial aprender a poner límites saludables, de forma que respetemos y respeten nuestra forma de ser y nuestros valores, convirtiéndonos en personas más seguras de sí mismas. Y otra cualidad importante es el sentimiento de seguridad. El querer sentirse seguro. No temer que alguien me critique o que me vaya a atacar. Igualmente, la otra persona también quiere sentirse segura.
  4. Somos seres en movimiento. Aceptar los cambios es fundamental para encontrar la felicidad. A lo largo del estudio se ha demostrado que, si de verdad queremos ser felices, debemos cambiar nuestra perspectiva sobre “los cambios”. Al igual que nosotros cambiamos, también lo hace nuestro entorno, por lo que también deberemos aceptar los cambios de nuestros familiares, amigos o compañeros.

“La felicidad no es algo que se logra de forma instantánea, sino que es un proceso gradual, por lo que la paciencia y la perseverancia juegan un gran papel. También la actitud positiva y las conexiones sociales ayudarán a conseguir este propósito”, asegura Waldinger. En este sentido, explica que uno de los secretos de la felicidad está realmente en las pequeñas cosas, los momentos de felicidad que podemos experimentar hablando con un amigo o disfrutando del paisaje.