Cuando Herman Melville puso en boca de su Bartleby aquello de "preferiría no hacerlo" quizás no sospechara que casi 200 años después aquella reivindicación de la pereza ante las obligaciones mundanas sería más necesaria que nunca. En una sociedad hipercompetitiva y sobreestimulada el acto más revolucionario puede ser parar y simplemente no hacer nada. Aunque, irónicamente, incluso algo así puede ser motivo de competición. Hablamos del denominado 'Space Out' que se celebra desde 2014 en Seúl, capital de Corea del Sur.
Este concurso se realiza anualmente frente al palacio Gyeongbokgung, donde personas de todo pelaje y condición se reúnen para sentarse en el césped a pasar el tiempo sin hacer nada. Las reglas son sencillas. Hay que permanecer lo más relajado posible durante hora y media sobre una esterilla y gana el que acredite tener la frecuencia cardiaca más baja, es decir aquel que haya demostrado ser el mejor en el arte de desconectarse del mundo.
¿Y cómo se mide eso? Con un brazalete que llevan todos los participantes para calibrar su pulso y evaluar su nivel de relajación. Eso sí, está prohibido usar cualquier dispositivo móvil, hablar, mirar el reloj o quedarse dormido. Todo eso implica la descalificación. Además, hay un comentarista que narra todo lo que ocurre.
Otra curiosidad del concurso es que los participantes pueden presentarse con atuendos y objetos que los representen, desde trajes tradicionales coreanos a disfraces. Más allá de la excentricidad, la ropa tiene la función simbólica de mostrar cómo el burnout, o síndrome del trabajador quemado, puede alcanzar a todas las profesiones y edades.
La ganadora de la última edición, la chilena Valentina Vilches, se mudó a Seúl después de sufrir el burnout en su país y participó en el 'Space Out' llevando su bata y un estetoscopio. “Quiero recordarles la importancia de distraerse y relajarse y cómo esto afecta positivamente a la salud mental“, dijo Valentina al recibir su trofeo como ganadora.
En esta décima edición, en cuya organización participa el ayuntamiento de Seúl, más de 4.000 personas solicitaron participar. Al final fueron seleccionadas un total de 117, que iban desde niños de secundaria hasta personas jubiladas.
El 'Space Out' fue una idea de la artista visual llamada Woopsyang, después de sufrir un grave episodio de agotamiento. "Me preguntaba por qué estaba tan ansiosa por no hacer nada", recordó, y entonces se dio cuenta de que sus nervios venían de compararse con otras personas que llevaban vidas más ocupadas. "Pensé que esas personas también podrían querer distraerse y no hacer nada como yo", explicó Woopsyang. Eso es lo que la llevó a crear esta especie de performance que tiene como objetivo escenificar una pausa colectiva en el mundanal ruido, “un pequeño parche de calma entre un torbellino de actividad”.