Cuánto tiene que pasar desde que te despiertas hasta que coges el móvil para que no te dé ansiedad

La luz azul es el nuevo sol. Según estudios, el 90 % por ciento de los milenials en España -es decir, un buen porcentaje de la población adulta- despierta y estira la mano de inmediato para coger el móvil. Amanecemos, que no es poco, pero nos conectamos en seguida. Y con esto renunciamos de manera inconsciente a entrar en contacto con nuestro entorno más cercano. Pero, atención, al mismo tiempo además podríamos estar abriéndole la puerta a la ansiedad.

Como ha demostrado la ciencia, durante la transición entre el sueño y la vigilia, nuestro cerebro es capaz de activar los miles de millones de células nerviosas necesarias para procesar la información del mundo exterior. Sin embargo, aunque el cerebro sea capaz de esta proeza, no deja de ser un proceso. Y como tal tiene sus pasos. Durante el sueño la actividad cerebral se puede leer en ondas delta, al despertar las ondas pasan a una fase theta que están asociadas a la relajación, para pasar después a la fase beta, que es la de alerta.

Saltarse un paso

Pues bien, al parecer el uso inmediato del móvil podría hacer que nuestro cerebro pase de un estado delta a un estado beta sin la necesaria fase intermedia, lo que podría ser un factor desencadenante del estrés y la ansiedad. Un generador de contenido mexicano llamado David Cohen lo explica claramente, además de dar algunos consejos para para evitar este (mal) hábito. Entre ellos, el ejercicio y la ducha (a poder ser fría) antes de pensar si quiera en coger el móvil.

Es decir que enfrentarnos a la cantidad de información que tenemos nos proporciona el móvil -mensajes, correos, noticias, alertas, etc.- simplemente nos introduce de manera demasiado brusca en un estado de alerta que puede derivar en estrés y ansiedad. Lo recomendable, para muchos, es pues esperar al menos cinco minutos en estado de semi sueño y relajación para luego pasar a despertar del todo mediante unos veinte minutos de ejercicio y una buena ducha, pongámosle unos diez minutos más. En total: deberías empezar a mirar el móvil unos 35 minutos después de despertar.