"Nuestros ancestros nos hablan, están en nosotros, venimos de ahí. ¿Pero de qué nos sirve si no sabemos escucharlos, si no entendemos qué tienen que ver con nosotros o qué podemos hacer con ello?". Así reflexiona la psicóloga Isabel Jiménez Caballero sobre el impacto de los antepasados en la dinámica familiar. La experta se ha especializado en este ámbito y vuelca toda su experiencia en 'Los ancestros hablan' (Desclée de Brouwer). Escrito junto a la socióloga y también psicóloga Ana María Román Leo, esta obra parte de un enfoque sobre la psicología transgeneracional, que trata cómo las dinámicas entre los miembros de las familias influyen en nuestras vidas y cómo las Constelaciones Familiares pueden ayudar a resolver traumas heredados.
El título del libro es revelador: ‘Los ancestros hablan’. ¿Cómo lo hacen? ¿Sabemos reconocer sus señales?
Los ancestros hablan a través de nuestros síntomas. Como síntomas podemos incluir, por ejemplo, asuntos que se repiten a lo largo del tiempo, creencias limitantes, temores irracionales, inercias autodestructivas. Todos ellos pueden estar siendo señales de nuestros ancestros queriéndonos avisar de algo que ocurrió allí detrás y que generó miedo, vergüenza o culpa a alguno de los miembros del sistema familiar. Es como si ese síntoma incómodo que nos acompaña estuviese mirando atrás y no adelante. Cuando algo que nos ocurre lo vivimos con una intensidad más grande de lo que corresponde y eso no nos permite gestionarlo será el momento de mirar qué pasó en la historia familiar. Tener dificultad en ocupar mi lugar o sentir que no pertenezco, puede estar hablando de algún miembro de mi familia que no pudo hacerlo, por ejemplo, un hermano anterior a mi que murió al poco de nacer.
¿Qué es una Constelación Familiar?
Una Constelación Familiar es una forma de abordar estas lealtades inconscientes que podemos estar teniendo con algún miembro de mi sistema familiar o con algún acontecimiento ocurrido en mi clan. Se trabaja en grupo o en sesión individual con figuras. Es muy revelador ver las escenas que aparecen vinculando el pasado con el presente y pidiendo ser ordenadas.
¿La voz de los ancestros es ilimitada o se va opacando en cada generación?
Con el paso del tiempo todo tiende a perder la fuerza que tuvo en un pasado. Pero también es cierto que hay algunos acontecimientos que por las características que tuvieron quedaron ocultas, fueron especialmente dolorosas para alguien y ese dolor no se pudo procesar o ni si quiera se pudo ver, fueron injustas para un miembro de nuestro sistema familiar o alguien cometió una injusticia con otros que nunca reconoció… que necesitan salir a luz de alguna manera para ser vistas y esto implica que puedan aparecer síntomas en generaciones futuras.
¿Es necesario haber conocido a un ancestro para que tengamos un vínculo con él?
No es necesario conocer a un ancestro para tener un vínculo con él, las lealtades inconscientes con alguno de ellos no pasan por ahí. Más bien tiene que ver con que nuestra vida viene de ellos y ellos están en nosotros lo sepamos o no, nos guste o no.
¿Cómo se manifiesta en nosotros la desconexión con nuestros ancestros? ¿Puede traducirse en trastornos mentales o emocionales concretos?
La desconexión con nuestros ancestros a nivel de la memoria es natural, pero cuando no podemos sentir agradecimiento por nuestros orígenes, por nuestra vida, cuando hay una demanda continua al exterior o una falta de respeto por lo que hay detrás nuestra, eso estará hablando de una desconexión con nuestros ancestros y con todo lo que hizo falta que ocurriera antes de mí para estar vivo ahora o que mis hijos lo estén. Esto se traducirá en tener una vida posiblemente más difícil. El que todo esto derive en trastornos mentales o emocionales concretos dependerá de más factores de la vida de la persona y de su propio destino.
¿Por qué debemos sanar la relación con nuestros ancestros?
Sanar la relación con nuestros ancestros pasa por el respeto a como fue todo antes de nosotros. El porqué es evidente, venimos de ahí.
¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?
La mejor manera es teniendo ese respeto del que hablábamos y permitiéndonos tener mejor vida que la que ellos pudieron tener como una forma de honrarles. Cuando esto no podemos hacerlo de forma más o menos fluida por esos síntomas que nos acompañan y esa situaciones repetidas que vuelven a mi vida una y otra vez, será el momento de mirar la historia que hay detrás nuestra y trabajar esas posibles lealtades con algo que generó algún desorden sistémico importante y quedó sepultado.
¿La sociedad en la que vivimos, cada vez más individualista, está dando de lado a la historia familiar? ¿Cómo nos afecta?
La sociedad actual somos nosotros y parece que queremos avanzar mirando sólo hacia adelante y hacia nosotros. Esto es muy legítimo. Pero la realidad es que somos la consecuencia de todo lo que les ocurrió a los nuestros antes de que llegáramos a la vida y llevamos mucho de todos ellos. Muchas veces intentamos resolver un conflicto o entenderlo y no lo conseguimos porque eso que nos ocurre está más vinculado al pasado que al presente. Y para ello tenemos que estar dispuestos a mirar atrás para poder precisamente soltarlo.
¿Conocer y sanar la relación con los ancestros nos hace vivir mejor?
Pasar por la experiencia de explorar una asunto que nos duele y preocupa, a través de una Constelación Familiar en grupo o en sesión individual, es una bonita manera de mirar a nuestros ancestros, ver qué de ellos llevo y dejarlo con ellos para poder habitar mi vida desde el presente y no desde el pasado.