Logo de Cuidarte

Cuidarte

Gritos para soltar agobios: la terapia que elimina el estrés a pleno pulmón

Gritar es algo natural en nuestra especie. Gritamos de alegría, de miedo o, de manera funcional, para alertar sobre algo. Gritar es tan natural como sonreír, aunque tenga mucha peor prensa porque cualquier volumen alto se considera de mala educación. Sin embargo, un buen grito puede ser terapéutico. Lo sabía Steve Jobs cuando empezó a practicar la famosa terapia del grito.

Mismo concepto

Dejar soltar las emociones que nos perturban es la idea que reposa en la terapia del grito. Ahora, el inventor Pep Torres ha ido un paso más allá con la creación de la cabina del grito, un habitáculo pensado para que las personas puedan desahogarse cuando están sobrepasadas por algo. La mayor novedad es que esta cabina está pensada para instalarse en centros de trabajo.

Inspirada en las antiguas cabinas telefónicas, permite a los usuarios entrar y gritar sin miedo a ser escuchados. “Es como una terapia al instante, sin juicios ni interrupciones”, contó Torres al presentar su creación en el programa de televisión 'Vamos a ver'.

Para sorpresa de Torres, muchas personas estarían dispuestas a pagar por este servicio por su capacidad para ofrecer una liberación emocional inmediata. A diferencia de otros lugares donde se puede gritar (por ejemplo, en el baño de la oficina o en espacios exteriores, la cabinda del grito ofrece un aislamiento acústico que evita cualquier interrupción o incomodidad al preocuparse por ser escuchado. Este aislamiento acústico no solo bloquea los sonidos externos, sino que también ofrecen un entorno seguro y controlado donde el usuario puede reconectar consigo mismo. De esta manera, el grito puede convertirse en un momento de liberación emocional y de reconexión con uno mismo.

Los beneficios del grito

Se grita para expresar dolor y rabia, pero también alegría. Son imprescindibles en cualquier celebración, desde el estruendo de un "¡Gol!!!!" hasta el cariñoso "¡Vivan los novios!". Según los psicólogos, un buen grito, cuando es oportuno, ayuda en numerosos procesos buenos para la salud mental:

  • Libera tensiones y sirve para descargar frustraciones.
  • Mejora el equilibrio emocional.
  • Minimiza la angustia, la ansiedad y el dolor.
  • Libera endorfinas, la hormona del bienestar.

Existen muchos tipos de grito. Los de liberación automática ocurren cuando no tenemos conciencia de ellos. Son respuestas emocionales ante algo que nos perturba. Los determinantes sirven para eliminar dolores causados por sentimientos de impotencia y rabia y venganza, parar abusos de todo tipo sobre nosotros o los demás, o alertar a quien se está sobrepasando. En suma, gritar puede ser beneficioso cuando se padece un dolor agudo y molesto y si se pasa por un periodo prolongado de estrés.