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La sencilla fórmula para tener una vida feliz y exitosa del cofundador de Apple

Cuando se habla de Apple, la empresa posiblemente más valiosa del mundo, la gente suele pensar en Steve Jobs como su gran genio fundador y tiende a olvidarse del otro gran impulsor de la compañía, Steve Wozniak. Y eso que para algunos el segundo era el verdadero impulsor creativo de la empresa de Cupertino, mientras que el primero era esencialmente un 'vendedor' rebosante de carisma.

Puede que el perfil de Wozniak fuese más austero, sencillo y cómodo en el segundo plano que el del obsesivo y temperamental Jobs, pero fue esa manera de ver la vida la que le condujo al éxito. El cofundador de Apple, de 74 años, ha compartido en varias ocasiones que ha desarrollado una fórmula simple con la que medir la felicidad, e incluso encontrarla.

¿Qué es la felicidad?

"¿Qué es la felicidad?", se preguntó Wozniak. Y llegó a la conclusión de que se podía simplificar en sentimientos positivos, sonrisas y risas, menos ceños fruncidos y tristeza. Esa ecuación es H = S - F, en la que H equivale a 'happiness' (felicidad), S es 'smiles' (sonrisas) y F corresponde a 'frowns' (ceños fruncidos).

"Y desde ese día tuve la fórmula para mi propia felicidad en la vida sin importar lo que pasara (...) Por supuesto, la cambié en un momento, donde H es igual a F al cubo: felicidad igual a comida, diversión y amigos"(food, fun y friends en inglés).

Si quieres ser feliz, no discutas

Pero la filosofía vital de Wozniak va más allá y se pueden discernir retazos de ella en las muchas entrevistas que ha dado a lo largo de su carrera. Por ejemplo, su postura respecto al dinero y su manera de encarar los problemas también es particular: "Deja que las cosas sucedan. Las cosas pueden salir mal en la vida y simplemente decir: 'Oye, mi coche se rayó, lo arreglaré'. "Y no discutas. ¡No discutas! No ganas una discusión, simplemente te quedas infeliz. Solo tienes que convencer a una persona en la vida, y esa persona eres tú mismo".

Es curioso que su punto de vista difiriera tanto del de Jobs, que discutía con vehemencia hasta los detalles más pequeños del día a día, pero tiene mucho que ver con esa mentalidad optimista suya, que, a su juicio, es más beneficiosa para enfrentarse a los distintos desafíos vitales.

"Déjales hacer"

El filántropo también tiene una teoría propia sobre la paternidad, consistente en dejarles hacer a los hijos, que sean ellos mismos quienes descubran cómo funcionan las cosas, lo que les gusta y los que no. En el discurso de graduación de la Universidad de Colorado Boulder comentó que "mis padres dejaron que siguiera a mi corazón. Cuando realmente quieres algo, y es tu pasión, tus padres deberían apoyarte. No decirte: 'no, deberías estudiar esto'. Confía en tus hijos, apóyalos en sus pasiones y observa cómo florecen”.