Código Bushido: los siete principios samuráis para resetear la mente tras la pandemia
¿Qué le parecerían a un samurái una mascarilla o un gel desinfectante? Posiblemente, las herramientas con las que construir una nueva manera de ser héroes y, al tiempo, útiles a nuestro entorno
En plena carrera hacia el mundo postcoronavirus que otros llaman Nueva Normalidad, buscamos principios de nuevo cuño que nos permitan recomponer un rompecabezas en el que encajen valores universales como la solidaridad, la justicia, la empatía o la dignidad del ser humano con otras necesidades cotidianas. ¿Mascarillas empáticas? ¿Geles hidroalcohólicos dignos? ¿Se puede ser justo manteniendo una distancia de dos metros?
Emprendimiento en modo samurái
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En esa búsqueda de unir lo divino y lo humano surge una nueva hoja de ruta: el pensamiento Bushido, en japonés 'la vía del guerrero', el código ético de los samuráis. Más que un conjunto de reglas o deberes, el Bushido era una forma de vida en la que el guerrero demostraba su compromiso con el honor, la lealtad o la justicia. Pero, además, el Bushido es una llamada a la acción y al emprendimiento, valores de plena actualidad que necesitaremos en la postpandemia.
El Bushido se alimenta del Budismo, el Confucionismo o el Zen, de cuya combinación surgieron los siete preceptos que guían el código del samurái. En 'El libro de los cinco anillos', Miyamoto Musashi (1582-1645), guerrero, pintor y calígrafo, plasma los siete principios o virtudes del Bushido, muchos de los cuales son aplicables en nuestro día a día con algunos matices.
1. Honradez y justicia (Gi)
El Bushido proclama "la honradez en los tratos con todo el mundo". Un objetivo loable que hay que matizar. El samurái cree en la justicia pero no en la que emana de los demás, sino en la suya propia, una manera de enjuiciar que tampoco admitía escala de grises. Todo en blanco y negro, lo correcto y lo incorrecto. Quizá esa escala de valores era útil en el Japón del siglo XVI. Nuestro mundo está lleno de tonalidades y en nuestra sociedad la justicia es universal, pero no podemos tomarla por nuestra mano: el poder legislativo es el encargado de impartirla.
2. Heroicidad (Yu)
Dicho de otra manera: lánzate a la acción. 'El libro de los cinco anillos' lo expresa así: "álzate sobre las masas de gente que teme actuar. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución". Coraje, respeto y precaución, no hay mejor manera para enfrentarse a las crisis.
3. Compasión (Jin)
Curiosamente, esta virtud es una llamada al emprendimiento e implica trabajo y esfuerzo. "Mediante el entrenamiento intenso, el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla".
4. Cortesía (Rei)
Quizá es el valor más original en un código pensado para guerreros porque otorga la misma importancia a la fuerza física que a la moral. De hecho, ensalza la fuerza interior del guerrero. "Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros".
5. Honor (Meyo)
Somos los principales críticos de nuestros actos y los que nos concedemos o no la honorabilidad. Para un samurái no importa tanto la opinión que generamos en los demás. El juicio externo le importa poco al auténtico guerrero. "El samurái sólo tiene un juez de su propio honor y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quién eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo".
6. Sinceridad (Makoto)
En un momento de crisis, abundan las palabras y faltan las acciones. No es así en el caso del Bushido: hablar y hacer son la misma acción. "Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de dar su palabra. No ha de prometer. El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer". Este es también un precepto innovador, relacionado con la Programación Neurolingüística (PNL). Cualquier experto en PNL haría suyas estas palabras, ya que, según esta tendencia, la forma en la que nos expresamos determina nuestra realidad y el alcance de nuestras acciones.
7. Deber y lealtad (Chugo)
El último principio del Bushido habla de compromiso y coherencia. "Para el samurái, haber hecho o dicho algo, significa que ese algo le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel". El principio finaliza así: "las palabras de un hombre son como sus huellas; pueden seguirlas donde quiera que él vaya". Para el Bushido, las palabras no se las lleva el viento, sino que pueden convertirse en nuestra guía y también en nuestro destino. "Cuidado con el camino que sigues", nos advierte el guerrero samurái.