Diagnosticado como Asperger a los 50: pistas que indican que tú o un familiar podéis estar afectados por este trastorno
Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media
Hablamos con Carmen, de 41 años, a cuyo padre se lo diagnosticaron a los 64 y sus vidas cambiaron para mejor
El último famoso en sumarse a la lista ha sido Elon Musk, que lo ha anunciado a poco más de un mes de cumplir los 50
Anthony Hopkins, Steven Spielberg, Keanu Reeves o Bill Gates son solo alguno de los famosos que han sido diagnosticadas con el síndrome de Asperger. El último en sumarse a esta lista ha sido, a los casi 50 años, Elon Musk, creador de Space X, Tesla o Paypal. La detección del Asperger en la edad adulta no es nada extraño y, de hecho, hoy en día es mucho más común de lo parece. Así nos lo confirma Carmen, de 41 años, a cuyo padre se lo diagnosticaron con 64. Un antes y un después en su vida y en su relación con él. Desde la Confederación Asperger España dan unas pautas, unas pistas, con los principales aspectos por los que se puede identificar este trastorno del desarrollo que llega a afectar al día a día.
Qué es el síndrome de Asperger
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Según la Confederación Asperger España, las personas con este síndrome "tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas". Sin embargo, tienen una característica en común que es la que más afecta en su día a día: las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad.
Carmen lo vivía así con su padre. La relación con él era diferente y no sabían muy bien el por qué. "Siempre hemos tenido una relación algo distante con mi padre. Nunca ha sido cariñoso ni con mi hermana ni conmigo, no nos dejaba entrar a su despacho ni mirar su colección de piedras, hablaba poco en casa, le gustaba tener sus rutinas estrictas...", nos comenta.
Y es que el síndrome de Asperger supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, originando unos comportamientos sociales inadecuados que les proporcionan tanto a ellos como a sus familiares problemas en todos los ámbitos. Los déficits sociales están presentes en aspectos del lenguaje tales como dificultades en el ritmo de conversación y frecuentemente alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc.)", indican.
¿Es lo mismo que el autismo? No. Según Uta Frith, experta en la materia, los Asperger "tienen una pincelada de autismo", pero lo cierto es que "la severidad de las deficiencias en el autismo es mucho mayor que en el síndrome de Asperger". Con el autismo, están "dentro de su mundo de fantasía", mientras que con Asperger no ocurre así.
Cómo identificar el Asperger en la edad adulta
"Sé que he dicho o publicado cosas raras, pero es simplemente la forma en que funciona mi cerebro", explicaba Elon Musk en el show Saturday Night Fever, donde anunció que era Asperger. "Reinventé los coches eléctricos y estoy enviando gente a Marte en un cohete, ¿creyeron que también iba a ser un tipo relajado y normal?".
En el caso de Carmen con su padre, todo llegó de casualidad. "Un día, leyendo una entrevista sobre Asperger, me di cuenta de que casi todos los modos de actuar de una lista que dieron los tenía. Así que consulte con una asociación y le hicieron un estudio. Me costó convencerle, pero al final accedió porque quería acercarse a nosotras de mayor y a su primer nieto. Le diagnosticaron a los 64. Eso ha hecho que nos entendamos mejor. He entendido que no era algo personal", nos confiesa.
Ese listado de actuaciones más comunes de los Asperger a buen seguro era muy parecido al que tienen en la Confederación Asperger España, donde se detallan algunas conductas que pueden dar pistas para detectar este síndrome.
- Dificultades de relación social, problemas para tener amigos o profundizar en las relaciones, poco éxito en sus intentos de entablar amistad. También dificultades para el trabajo en equipo, para comprender el mundo mental de los otros y el propio, incapacidad para entender claves sociales que le ayuden a regular su conducta.
- Problemas para detectar emociones y sentimientos ajenos y dificultad para expresar los suyos propios.
- Autoestima y autoconcepto ambiguos que pueden ir acompañados de sentimientos de superioridad o de ideas excesivamente negativas centradas en el desconocimiento de sus capacidades.
- Incapacidad para planificar y organizar su futuro en base a proyectos realistas.
- Ansiedad y depresión.
- Problemas para tomar decisiones, dificultades para manejar relaciones de pareja.
- Dificultades atencionales que se pueden reflejar en el entorno laboral y problemas en las entrevistas de trabajo.