Héroes anónimos: Fernando Vega de Seoane o cómo superarse tras un accidente de esquí que te deja en silla de ruedas

  • "Me deprimí durante seis segundos y quise que el árbol contra el que me choqué acabara conmigo"

  • Al día siguiente del accidente abrió una cuenta de IG : algunos vídeos superan las 50.000 reproducciones y son la "gasolina" que le hace superarse cada día

  • "Es mucho más traumático un colapso espiritual que un colapso físico"

A finales de enero, Fernando Vega de Seoane, 47 años, empresario y padre de cinco hijos se fue a esquiar a Baqueira Beret con un grupo de amigos. Era el típico viaje que uno no se puede perder. Esquiador experto, no podía sospechar que tendría un accidente que le dejaría en una silla de ruedas.

Una depresión de seis segundos

Fernando chocó contra un árbol y sintió que el mundo conocido desaparecía. "Me partí la espalda y sabía que me había partido la espalda en ese mismo momento. Sentí que la vida se acababa en el ombligo. Tengo una lesión medular completa, una paraplejia irreversible. Tuve una depresión terrorífica que me duró exactamente seis segundos en los que pensé que mejor que se me cayera el árbol contra el que me choqué y acabara conmigo. Pero al momento pensé que me daba la cabeza, que respiraba perfectamente, que sentía las manos, y me dije: "tío, para alante", explica en sus redes. También pensó que su vida tenía que ser muy parecida a la que tenía entonces.

En redes 24 horas después del accidente

Fernando fue atendido primero en Vielha. Dada la gravedad del accidente, fue trasladado en helicóptero a Barcelona; de allí, pasó al hospital de la Princesa, en Madrid, y ahora está en el hospital de Parapléjicos de Toledo, donde le están ayudando en su recuperación y adaptación a la silla de ruedas.

En Barcelona cada día recibía un aluvión de llamadas de amigos y familiares. No podía atenderlas como le gustaría y decidió en la misma UCI que tenía que abrir una cuenta en redes sociales donde compartir su día a día. Hasta ese momento, no sabía nada de redes. En la actualidad, la cuenta de IG @fernando_vega_de_seoane tiene 22.000 seguidores con solo 104 posts, 104 vídeos en los que muestra que no hay lugar para el desánimo. "Ver los mensajes de cada día es mi gasolina", explica. El primer vídeo, 23 de enero, un día después del accidente, acumula 56.000 visitas.

La vida en una silla de ruedas

A un mes y medio del accidente, Fernando ya sabe lo que es vivir en una gran ciudad con una silla de ruedas, pero sigue siendo el hombre vital y optimista de antes del accidente. "Para mí cambiar la vida es que me falle mi casa, que me fallen mis amigos o mi trabajo o mi vida espiritual, interior. Eso es un cambio de vida. Es mucho más traumático un colapso emocional que un colapso físico", explica en una entrevista concedida a la Fundación CEU.

Desde el accidente, no niega que ha habido algunos momentos de incertidumbre, pero el desaliento no cunde. "Lo que pensé al principio es que se me caían los planes de futuro con Bea, mi mujer. Pero luego pensé que eso nos lo íbamos a comer los dos y que iba a ser la bomba. Y desde ese momento no he tenido un solo día de bajón".

La estrella de IG

Sobre la razón de su éxito, Fernando tiene dos palabras: empatía y comunicación. "Estoy abriendo mi alma a toda la gente que me ve y lo que recibo de vuelta es exactamente eso: la gente también me abre su alma y me cuenta sus problemas y esa comunicación, donde hay un efecto contagio importantísimo, porque a mí me ayuda que la gente me diga cada mañana que les ayudo me estimula en mi día a día, que podría ser terrible, porque estoy hospitalizado".

Sobre sus planes de futuro, estos días se examina del carnet de conducir para discapacitados y ya está entrenando para poder participar en la Copa Europea de Golf para Discapacitados. Será en septiembre; y es muy posible que ya tenga en la cabeza nuevos hitos.