El acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) un 5%, hasta los 1.134 euros brutos en 14 pagas, y la bajada del IPC al 3,1% a cierre de 2023 debido a la moderación del crecimiento en el precio de los alimentos son las dos noticias económicas más relevantes de la semana. Como cada semana en 'MoneyTalks', Javier Ruiz pone el foco en estos datos y trae sus previsiones para 2024 en cuanto a precios, transporte, energía o hipotecas.
La subida del SMI, superior a lo que estaba previsto, no puede verse sino como una buena noticia. Los que menos ganan van a tener más poder adquisitivo. Con este alza, el histórico acumulado desde 2018 es ya del 54%, lo que explica la reducción de desigualdad que estamos viviendo en nuestro país. El único problema es que este acuerdo no cuenta con la aprobación de los empresarios, pero lo cierto es que no se ha producido el apocalipsis financiero que, según algunos, iban a traer unos sueldos más dignos. Al contrario, tenemos una economía que está curando y sanando a los de abajo.
Al final, la subida del SMI, de la que se benefician más de dos millones de trabajadores, supone un impulso al consumo y a la economía. Porque cuando los más pobres tienen más dinero, gastan más. Cuando a una familia que cobra 1.080 euros al mes le das 50 euros extra, eso se destina a barras de pan, a productos básicos, en definitiva, a consumir.
En cuanto al dato del IPC, buenas y malas noticias. Las buenas, que los precios en general se están moderando. Las malas, que se siguen encareciendo paquetes turísticos, vuelos, transportes, a pesar de que la tendencia del petróleo sea otra. El precio de algunos alimentos sigue disparado. El aceite de oliva ha subido un 54,6% en un año. Y al mismo tiempo, el aceite de girasol, de menor calidad, ha bajado un 29%. Pero España es el país del olivo, no del girasol, así que estamos dañando gravemente una de las grandes industrias nacionales.
En cuanto a previsiones, a medio plazo vamos a ir viendo cómo se moderan poco a poco los precios de los alimentos, aunque en algunos productos específicos esa moderación será muy tenue. En cualquier caso, estamos en el mejor dato desde marzo de 2021. Respecto a las energías, luz y gas van a bajar suavemente, pero el incremento de los impuestos hará que no lo notemos en nuestra factura. Los carburantes también están más baratos hoy que hace un año, pero su evolución dependerá mucho de lo que pase en Gaza. Lo mismo pasa con textiles, electrónica y medicinas, cuya importación depende tanto del canal de Suez.
Sobre las tarifas de Internet, han subido y seguirán subiendo. Movistar y Vodafone ya han anunciado aumentos de entre 2 y 4 euros, pero es que las plataformas de streaming como Netflix o HBO han subido un 12,7% sus precios en el último año. Y si no puedes permitirte las subidas, te ofrecen meter más anuncios. Bienvenidos de nuevo a la televisión tradicional. En cuanto a las hipotecas, van a bajar sí o sí, salvo hecatombe. Quienes tengan revisión anual a partir de marzo o abril notarán bajadas en su cuota de 50,60 o 70 euros. En el vídeo, la charla completa con Javier Ruiz.