Hubo acuerdo tras más de doce horas de reunión. La madrugada del viernes, a las 2.30, el Gobierno y los representantes de los Departamentos de Mercancías y Viajeros del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) pactaron una serie de medidas para aliviar la subida de los precios de los combustibles.
El paquete acordado incluye una treintena de propuestas que alcanzan una cuantía de más de 1.050 millones. Entre ellas, destaca el descuento de 20 céntimos por litro de combustible.
Sin embargo, la plataforma convocante de estos paros no estaba en la mesa de negociación y no se da por aludida, por lo que "no parece que vayan a parar las protestas", piensa Javier Ruiz, quien considera que actualmente hay tres crisis: económica, de representación y social.
Ruiz explica que esta reducción, que estará vigente hasta el 30 de junio, será pagada por el Estado y las petroleras a camioneros y transportes de viajeros. Habrá ayudas directas por el combustible, a cada camión, por digitalización y acondicionamiento del área de servicio, lo que ha supuesto una “reclamación histórica del sector.
Se extiende, además, el periodo de pago de créditos ICO de ocho a diez años, entre muchos otros asuntos
Tienes que ver con los grupos que están en la mesa de negociación que son quienes fueron votados por los camioneros para representarles, y entre quienes no está presente la plataforma convocante de la huelga. "Los camioneros tienen que decidir si sus órganos sirven para algo o si sus votos no tienen validez, y se resuelve en la calle", expone Javier Ruiz.
"Ha habido una rotura de stock", señala el periodista. Además de mercancías, como los mariscos, el pescado, la fruta o la verdura, que no ha llegado con normalidad a mercados y grandes superficies, existe un problema con los usuarios que han incrementado el número de compras en las últimas semanas. "No es un problema de abastecimiento, se ha infundido pánico entre los ciudadanos", asegura Ruiz.