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La palabra clonación remite a los más profanos a la oveja Doly. En 1996, un grupo de científicos del Instituto Roslin de Escocia consiguió clonar un mamífero a partir de una célula adulta por primera vez en la historia. El día 5 de julio de ese mismo año, Doly era presentada al mundo. Su nacimiento fue un hito en la ingeniería genética que abrió un campo con muchas posibilidades, pero lleno de dudas éticas y miedos que se van despejando.
Desde entonces, la ingeniería genética y otras ciencias implicadas han avanzado a pasos de gigante gracias a científicos como Enrique Criado, embriólogo y director ejecutivo del Grupo Ovo, que agrupa centros de reproducción asistida, bancos de óvulos y también dos clínicas singulares Ovohorse y Ovoclone. La primera se dedica a la reproducción equina y la segunda, muy reciente, a la clonación de mascotas, especialmente gatos y perros.
Nuestra curiosidad, ahora sí, se ha ensanchado mucho más allá de la malograda oveja Doly. ¿Quién querría clonar a su gata? ¿Estoy a tiempo de clonar a mi Yorkshire de 13 años? ¿De verdad tendré una perra con su mismo pelaje y su entrañable personalidad? ¿Y por qué hay ese furor por la reproducción asistida equina? Para todo tiene respuesta este embriólogo al que vitorean los ganaderos y propietarios de caballos más adinerados del mundo. ¿Excentricidad? Más bien prodigios de la ciencia.
¿Cómo decide dar el paso de la reproducción asistida humana a la equina?
Abrí mi primera clínica de reproducción asistida humana en 2012, después de un tiempo trabajando fuera de España. El mundo del caballo ha estado muy presente en mi vida desde pequeño y, una vez que terminé un master de reproducción equina en la Universidad de Cáceres, observé que la reproducción equina estaba muy arcaica, en claro contraste con el altísimo nivel que tenemos en nuestro país en reproducción asistida humana, en cuanto a legislación, calidad y tasas de éxito.
¿Se pueden aplicar las mismas técnicas?
En líneas generales, lo que hacemos los embriólogos en el laboratorio se puede hacer con los óvulos de la yegua con el fin de optimizar y maximizar el número de embriones. Por eso abrí Ovohorse. Mejoramos la calidad espermática, recuperamos espermatozoides, congelamos espermatozoides, recuperamos los óvulos de las yeguas, hacemos madurar en el laboratorio los óvulos de las yeguas, hacemos la ICSI, que es la microinyección espermática, cultivamos los embriones en el laboratorio y seleccionamos los mejores embriones para ser transferidos. De esta forma, maximizamos el número de embriones por yegua y tenemos embriones durante todo el año. Garantizamos un éxito del 100%.
¿Qué salida tienen?
Generalmente se subastan. Nosotros hemos creado una aplicación internacional, Ovohorse Auctions, de subasta de embriones y clones equinos a través de dispositivos móviles. Los usuarios pueden conocer en tiempo real qué subastas hay disponibles, tanto de embriones como de clones, para empezar una puja. Hay pujas de embriones vitrificados, potros en barriga, potros nacidos y clones. Si el usuario dispone de un embrión vitrificado, también puede subastarlo a través de la aplicación.
Su último hito es la clonación. ¿Qué motivo encuentra una persona para clonar a su mascota?
En perros y gatos hay un componente emocional. Un porcentaje cada vez más alto de familias humaniza a los animales que conviven en el hogar. Cuando el animal llega a viejo, deciden guardar la línea genética. Una veces con la idea de clonar y tener una réplica igual que ese animal que tanta alegría les ha aportado; otras veces ese material genético tiene como fin tratar algunas enfermedades, igual que se hace en humanos con el cordón umbilical de los recién nacidos.
¿Y en caballos?
Aquí la motivación es puramente económica. Hay caballos -casi siempre de salto- que pueden costar dos millones de euros o mucho más. Es lógico que quiera clonarlo para tener un repuesto o venderlo por un valor altísimo. La inversión es alta, unos 200.000 euros, pero la ganancia también. Estamos hablando de una auténtica revolución para los amantes de las yeguas y los caballos. Hay muchísimos ganaderos que ya tienen las líneas celulares congeladas de sus caballos campeones para empezar el proceso de clonación cuando muera el animal. Es como un seguro de vida.
¿Ese legado genético de un caballo de competición clonado garantiza el mismo rendimiento que su original?
Es otro animal, pero con un 99,9% de ADN exactamente igual que el original. La clonación de animales como caballos, perros o gatos no logra una copia genética perfecta. Ese 1% que falta es el ADN mitocondrial que no se puede quitar al óvulo. Por otra parte, pensemos que, igual que ocurre en humanos, la epigenética es decisiva. Es decir, cómo cambia la genética con el ambiente, la doma, la educación, el entrenamiento... En el caso de los caballos, la predisposición en salto, resistencia y otras disciplinas es potentísima, pero, insisto, hay que domar, entrenar, cuidar y alimentar lo más parecio posible al original.
¿Qué dilemas éticos plantea?
La clonación de estos animales no plantea ningún dilema ético. Su mayor titubeo lo genera el precio. Alrededor de 50.000 euros en perros y gatos. Existe la opción de guardar las líneas genéticas de los animales, es decir congelarlas, para replicarlos en el futuro. El procedimiento ronda los 3.500 euros. Guardas el ADN y dentro de 15 años podrás clonar a la mascota que tuviste cuando eras joven o tus hijos podrán hacerlo porque el precio va a ser mucho más bajo.
¿La extracción de la línea genética es dolorosa?
Es mínimamente invasiva e indolora. Basta con un trocito de piel superficial para obtener la línea celular que se usará en la clonación.
¿Qué clientes se interesan por la reproducción equina y la clonación?
Nuestros primeros clientes fueron criadores de Pura Raza Español, ahora son de salto de obstáculos y de doma clásica. Son personas muy familiarizadas con estas técnicas.
¿Hacia dónde le gustaría llevar estos avances?
Me preocupa la preservación de especies en peligro de extinción y la protección de nuestra biodiversidad. Por eso, uno de mis proyectos va encaminado a conseguir la clonación de animales como el lince ibérico. Aunque ya no está en riesgo de extinción, hay que seguir cuidando su conservación, igual que la de otras especies a las que se podrían aplicar todas están técnicas de fecundación y clonación.