Mirar el cielo nocturno es uno de los grandes placeres de la vida. Hacerlo lejos de una ciudad, ante el silencio y la paz de la naturaleza, contemplando todos esos puntitos brillantes que ves en plena oscuridad, alumbrados por la luz de la luna. A veces hay sorpresas y el cielo le regala a tus ojos una estrella fugaz que, si eres supersticioso, aprovechas para pedir un deseo. Ahora mejor que te fijes bien, porque va a pasar un cometa que hace miles y miles de años que no pasa por la Tierra, unos 50.000.
La última vez que el cometa C/2022 E3 (ZTF), por ponernos en contexto, el Sáhara distaba mucho de ser un desierto y por su territorio primaba el verde de la vegetación y un clima mucho más húmedo que el que azota ahora al norte africano. Esto fue allá por el Paleolítico.
Este cometa volverá a surcar nuestros cielos este mes, en concreto el día 12 de enero este cometa tendrá su mayor acercamiento al Sol, fase que conoce como perihelio, pero unas semanas después será cuando se acerque a la Tierra, lo que se conoce como el perigeo. Si el tiempo lo permite, cualquiera podrá ver el cometa sin grandes esfuerzos sobre la oscuridad del cielo.
Según la información, aunque parece que estará cerca, lo cierto es que pasará a unos 160 millones de kilómetros del Sol y a alrededor de 42 millones de kilómetros de la Tierra. Fue en marzo de 2022 cuando consiguieron identificar este cometa, que se encontraba dentro de la órbita de Júpiter, de dónde proviene el nombre con el que le han bautizado, que según detalla The National Geographic:
Desde la NASA apuntan que probablemente será visible a simple vista bajo cielos oscuros. En el hemisferio norte se podrá ver desde el 12 de enero pasada la medianoche, siendo característica una cola verdosa alargada de gas y polvo. Para verlo en el hemisferio sur será más visible según se acerque febrero, a primera hora de la madrugada.