El último fenómeno viral en las redes sociales lo protagoniza la orca Gladis, un cetáceo que ha tomado por costumbre atacar y derribar veleros y yates en las costas españolas, como si fuera una especie de 'Robin Hood' de los mares que arremete contra las embarcaciones de los ricos. Lo más curioso es que no hay una sola Gladis, sino quince, y actúan como una pandilla que va causando destrozos y provocando la angustia de los navegantes en el Estrecho de Gibraltar.
Todo empezó hace tres años, cuando una población de orcas empezó a embestir los timones de los veleros en las costas gaditanas antes de alejarse nadando. Los investigadores comenzaron a estudiar el extraño comportamiento. Para ello, localizaron a varios de los cetáceos y les pusieron nombres como Gladis negra, Gladis gris o Gladis peque, siendo Gladis blanca la más adulta del grupo y la instigadora de estas actitudes.
En lo que va de 2023, la organización Orca Atlántica ha detectado hasta 53 interacciones en el área del estrecho de Gibraltar: en 12 se han registrado daños en los barcos y 31 han correspondido a avistamientos. Su estrategia es siempre la misma: se acercan con sigilo a la embarcación, la examinan con detalle y se sitúan debajo del bote. Entonces empiezan a tocarlo y a golpear el timón con la cabeza, pudiendo llegar a romperlo.
El ataque documentado más reciente tuvo lugar el pasado 4 de mayo en Barbate. El objetivo fue el velero 'Champangne', que realizaba un viaje de entrenamiento desde Tenerife a Palma, vía Málaga. Ninguno de los cuatro tripulantes resultó herido, pero el incidente fue muy violento y provocó graves daños en la embarcación.
Hay diversas hipótesis para explicar las embestidas de las orcas. La que más se está propagando en las redes sociales sostiene que Gladis blanca pudo haber sufrido en el pasado un accidente traumático con un barco y eso le hizo adoptar un comportamiento vengativo que después ha sido imitado por los especímenes más jóvenes.
El biólogo de la Sociedad Oceánica del Golfo Norte, Dan Olsen, respaldaba esta teoría en la revista National Geographic: ""Cuando empezó a ocurrir, pensé que tal vez una hembra o su cría habían sido heridas por la hélice o el timón de un barco, porque siempre parecen ir a por el timón. Y todo en veleros". Sin embargo, no hay ninguna certeza de que Gladis blanca esté enseñando a los más jóvenes a golpear a las embarcaciones.
Otras teorías sostienen que las embestidas podrían ser simple curiosidad o un juego para estos animales. Muchos especialistas no creen que las acciones de las orcas tengan maldad ni intenciones agresivas. Estos animales se centran específicamente en los barcos y no han mostrado interés por las personas que van a bordo, incluso cuando estas han tenido que subir a botes salvavidas tras hundirse sus embarcaciones.
El comportamiento de juego de las orcas es algo que se ha observado en diferentes poblaciones en todo el mundo. No es extraño verles jugar con algas o medusas durante periodos de tiempo prolongados, hasta que terminan perdiendo el interés. Los investigadores llaman a estos comportamientos 'modas'.
Si un velero o yate se cruza en el camino de una orca, el protocolo de actuación para navegantes del Grupo de Trabajo Orca Atlántica (GTOT) aconseja bajar la velocidad, parar el motor y no mover el timón, que es el elemento que las atrae. Las orcas suelen mostrar un comportamiento competitivo, y si los barcos aumentan la velocidad ellas hacen lo mismo, como si trataran de ganar una carrera. Disminuir la velocidad puede hacer que las orcas pierdan el interés y se alejen. También es recomendable no sacar el cuerpo por fuera de la embarcación y no hacer ningún tipo de ruido.
En cualquier caso, debido a los incidentes causados por Gladis y sus hermanas, muchos han llenado las redes sociales de memes en los que se compara esta situación con aquel capítulo de 'Los Simpson' en el que los delfines conquistaban Springfield o con la famosa imagen de un periodista acercándole un micrófono a una orca.