¿Qué es una implosión catastrófica como la que ha podido sufrir el Titan?

A última hora de la tarde de ayer la Guardia Costera de Estados Unidos que estaba coordinando la búsqueda del sumergible Titan en aguas cercanas al hundimiento del Titanic daba por muertos a sus cinco ocupantes después de que uno de los robots encontrase restos de la nave. ¿Qué pudo pasar? Según los expertos, el sumergible sufrió una grieta y, como consecuencia, terminó provocando una implosión catastrófica que acabó con la vida de los cinco viajeros que habían bajado a las profundidades marinas para ver de cerca los restos del famoso transatlántico.

El pequeño submarino se rompió debido a una implosión catastrófica por la presión sobre la cabina, de un tamaño reducido. La Armada ha confirmado que hace unos días detectaron una implosión que no relacionaron con el Titan, del que han encontrado algunos restos, como su extremo delantero del casco.

El vicealmirante John Mauger ha explicado que la implosión “habría generado un importante sonido de banda ancha allí abajo que las boyas de sonar habrían captado”. Pero ¿de qué se trata realmente una implosión catastrófica?

¿Qué es una implosión?

La hipótesis con más fuerza es esa, que el submarino tuvo una fisura en su casco e implosionó. Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, empresa del submarino, ha señalado que cualquier fallo que ocurriese, podría acabar con una implosión al instante. “Si esto pasó, habría ocurrido hace cuatro días”, indicó.

Una implosión no es lo mismo que una explosión. Todo ocurre cuando un objeto colapsa, contrayéndose hacia su centro por la acción de fuerzas internas o externas. En el caso del Titan, la presión externa del océano en las profundidades supera a la atmósfera del interior de la nave, por lo que en caso de que hubiese una grieta, por pequeña que fuese, sobre el casco o en el mirador acrílico, se puede provocar la implosión.

Hay que tener en cuenta que los tripulantes bajaban unos 4.000 metros de profundidad para ver el Titanic, una presión 400 veces mayor a la que tenemos en la superficie y que probablemente haya superado la resistencia del casco del sumergible. Si todo ocurrió así, los cinco tripulantes habrían fallecido prácticamente al instante.

Si esta teoría es la correcta, los ruidos detectados en estos días no tendrían relación alguna con la desaparición del Titan. Por ello, en este momento la prioridad es la de recuperar los cuerpos y se intenta establecer qué fue lo que ocurrió y cómo. Dos aspectos complicados especialmente por las condiciones de la zona, en pleno Atlántico Norte, con una meteorología muy cambiante.