Que el verano empieza en junio es algo que todos tenemos claro. Incluso hay quien ya lo siente desde mucho antes debido al cambio climático, que nos trae temperaturas más cálidas desde mayo en algunas ocasiones, aunque nunca hay que confiarse, que la lo dice el refrán: “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. El verano oficial ya ha empezado, pero ¿por qué este año ha dado comienzo el día 20 de junio y otros días empieza el 21?
Oficialmente el hemisferio norte del planeta entró en el verano de 2024 el jueves 20 de junio a las 22:51 hora peninsular y se extenderá durante 93 días y 16 horas, cuando dé paso al otoño el próximo 22 de septiembre.
Sin embargo, muchas personas quedaron extrañadas al conocer que la entrada al verano se producía el día 20, y no el 21 de junio, que es la fecha marcada tradicionalmente en los calendarios como día del cambio de estación para despedir la primavera. Ahora bien, lo cierto es que la entrada en el verano puede variar de un año a otro y producirse el 20, el 21 o el 22 de junio.
Todo esto depende de factores astronómicos que influyen en la duración del año trópico, que es el tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta alrededor del Sol. Pero esto no es lo único que puede afectar a la fecha de inicio de verano, también el calendario, ya que un año bisiesto, por ejemplo, afecta directamente al día en el que se produce el solsticio de verano.
Ya de por sí los años bisiestos, que suman un día más a febrero cada cuatro años, ayudan a corregir los desfases entre el calendario y el año solar, lo que hace que el comienzo del verano se pueda adelantar o retrasar levemente. Por eso no siempre empieza el mismo día, sino que dependiendo del año lo hace el 20, el 21 o el 22 de junio.
No obstante, hay otros factores que también influyen directamente sobre el verano, como la órbita de la Tierra, que no siempre es la misma y hace que el solsticio varíe de un año a otro. Por ejemplo, el más tardío de este siglo ya ha tenido lugar, que fue el de 2003.
El solsticio de verano se produce cuando el eje e la Tierra se inclina hacia el Sol en el punto más extremo, dando lugar al día del año con más horas de luz, es decir, el día más largo y la noche más corta en el hemisferio. Así, con más horas de sol, las temperaturas empiezan a subir considerablemente y llega la estación más cálida del año.