Dice un proverbio chino que cuando los elefantes se pelean, quien sufre realmente es la hierba. Llevado al terreno geopolítico, en la disputa que mantienen Argelia y Marruecos, a quien le va a tocar sufrir va a ser a España a cuenta de las importaciones de gas natural. Pero tampoco mucho. En Uppers hemos hablado con Fernando Arancón, experto en geopolítica y director de El Orden Mundial, para que nos explique qué es lo que está ocurriendo realmente, si España se va a quedar sin gas este invierno y qué papel jugamos en las disputas que tienen los dos países del norte de África.
Lo primero que hay que aclarar es de dónde recibe España el gas natural que consumimos en los hogares. Aunque lo importamos de Estados Unidos, Francia, Nigeria e incluso Trinidad y Tobago, nuestro principal socio es Algeria. Con datos oficiales de 2019, el 61,4% del gas comprado por España venía de allí.
Para traerlo hasta aquí se usan dos conductos: uno, el gasoducto Magreb-Europa, de más de 500 kilómetros y que une el yacimiento Hassi R'Mel argelino con Tarifa atravesando Marruecos; el otro, más nuevo, une directamente Argelia con España a través de un conducto submarino que llega a Almería. El problema que está ahora en la palestra tiene que ver con el primero y, sobre todo, por su paso por el país marroquí y la disputa histórica entre Argelia y Marruecos.
"Ellos tienen una disputa muy fuerte y estamos de rehenes en medio porque si deja de mandar gas por ahí, Argelia penalizaría a Marruecos porque estos dejarían de cobrar peajes y les darían un palo económico, pero a nosotros nos pilla en medio porque recibimos gas por los dos lados", explica Arancón.
Este tipo de conflicto, no obstante, no es único de España. En el resto de Europa dependen de otros países para abastecerse de gas natural, principalmente de Rusia y Noruega. Haciendo una analogía con el caso de España-Marruecos-Argelia, Rusia jugaría el papel de Argelia, Ucrania el de Marruecos y Alemania el de España.
En este caso, el conflicto viene con el nuevo gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2, que une directamente los dos países sin pasar por Ucrania, evitando así peajes pero dejando a los ucranianos sin su principal fuente de gas. Este hecho ha suscitado polémicas entre Merkel y Putin, llegando a advertir la primera de que no admitiría que Rusia utilizara el gasoducto como arma geopolítica para atacar Ucrania ni tampoco para subir los precios a su antojo.
Esta lucha subrepticia entre países también ha provocado que países como Suiza, la propia Alemania o Austria, avisen a su población para que estén prevenidos este invierno en caso de cortes de suministro de gas durante varios días. Pero volvamos a España.
Lo cierto es que, a partir del 31 de octubre, el gasoducto del Magreb dejará de surtir gas natural a España, pasando todo por el Medgaz. Pero el suministro parece garantizado. "La capacidad de los dos gasoductos juntos es mayor que la que tiene el Medgaz directo solo, aunque ahora se está ampliando y no debería tardar mucho", explica Arancón. Eso sí, "Argelia ha dicho que tendrá que usar barcos en un corto plazo para darnos ese gas extra".
Además, hay dos factores geopolíticos más que dan pie a la tranquilidad de los consumidores españoles. "Argelia nunca, nunca ha dejado de suministrar el gas prometido a España, ni siquiera durante su guerra civil ni durante las revueltas en 2011. Además, si a nosotros no nos llega gas, Argelia no lo cobra, y no están sobrados de dinero como para perder el 30% de la principal fuente de ingresos que tienen. Tampoco dependemos tanto de Argelia, tenemos un pool variado de importadores, pero estamos mejor que Europa, que no le llega gas de Rusia o Noruega, pero a nosotros eso nunca nos ha afectado", explica el experto.
Nuestro país se encuentra en una encrucijada geopolítica y un conflicto entre dos países con los que mantenemos buenas reacciones pero que no se pueden ver el uno con el otro. "Es una rivalidad que tiene décadas. De hecho la frontera está cerrada y a poco que pueden se intentan perjudicar mutuamente. También tiene que ver con el Frente Polisario, porque Argelia los acoge. España siempre ha estado un poco en medio y Marruecos nos ha usado como correveidile, y lo mismo hace Argelia. Estamos en el medio de muchas disputas, en un triángulo tóxico, pero dependemos de ellos: de Argelia para el gas y de Marruecos para la inmigración", afirma Arancón.
Ahora, "Argelia quiere presionar a Marruecos y darle un palo económico. Si se ven con la capacidad de mandarnos todo el gas por el gasoducto directo lo van a hacer. Para ellos es mucho más seguro y más barato, pero no debería haber problemas. Argelia siempre ha cumplido, es más fiable que Marruecos, y si no nos llega gas de Argelia no lo cobran, y no se lo pueden permitir", concluye.