"Tenemos reservas de gas para cubrir hasta 20 Filomenas". Con estas palabras, la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, mandaba un mensaje de tranquilidad ante el alarmismo generado por algunos países europeos como Austria, que alertan de un apagón energético próximo y el reciente corte de suministro de gas por parte de Argelia a Marruecos que afecta mínimamente a España. Con la afirmación de la ministra, en Uppers nos hemos preguntado: ¿Dónde están y cómo son las reservas estratégicas de gas natural en España?
España importa el 99% del gas natural desde diez países distintos, lo que confiere al sistema gasista español una elevada capacidad de suministro, según Enagás, la compañía que se encarga de transportar el gas por nuestro país. El 58% del gas entra por gasoducto mientras que el 42% restante lo hace en forma de gas natural licuado (GNL) que es transportado mediante buques. Estas embarcaciones lo cargan en estado líquido y lo descargan en las plantas de regasificación portuarias españolas, donde es devuelto a su estado original y canalizado hacia la red de transporte y distribución. Una parte de todo este suministro se almacena en lugares estratégicos distribuidos por España, que habitualmente son antiguos yacimientos que han sido acondicionados.
A ocho kilómetros al noroeste de la localidad de Bermeo (Bizkaia), en aguas del Cantábrico, se encuentra este almacenamiento subterráneo que dispone de una plataforma de acceso para los trabajadores que operan allí. Tiene una capacidad de 2.681 millones de m3 y actualmente está cargado con 28.248.561.482 kWh y durante todo el mes de octubre, antes del cierre del gasoducto argelino por Marruecos ha estado recargando suministros pasando de los 26.943.448.380 a principios de octubre a los 28.248.561.482 actuales.
Según indican desde Enagás, dada su ubicación, en el término municipal de Brihuega, en Guadalajara, el almacenamiento subterráneo de gas natural de Yela es clave para garantizar el suministro de gas en la zona centro de España. Está construido en un acuífero salino fósil situado a 2.300 m de profundidad desde la superficie y tiene una capacidad total de 2.000 millones de m3, siendo el segundo en tamaño después del de Gaviota. Actualmente tiene almacenados 11.424.805.836 kWh, según datos de Enagás.
Otro de los almacenamientos que ha sido recargado durante el mes de octubre ha sido el de Serrablo, en la provincia de Huesca. A primeros del mes pasado empezó con 10.321.912.160 kWh y actualmente ya llega hasta los 11.303.166.209 kWh.
Este almacenamiento fue el primer campo de gas de España convertido en almacenamiento tras finalizar su fase de explotación en febrero de 1989 y tiene una capacidad de 1.100 millones de m3.
A estos tres almacenes principales se podrían haber sumado dos más si finalmente hubieran terminando siendo un éxito. Hablamos, en primer lugar, del almacén Castor, un ingente proyecto que quería emular al de Gaviota, pero en las costas de Tarragona. Utilizando una antigua explotación gasística en Amposta, se pretendía inyectar gas para generar una reserva que garantizaría el suministro otros 50 días más. Sin embargo, al poco de empezar las inyecciones de gas, comenzaron también los terremotos en la zona, hasta el punto que el proyecto tuvo que paralizarse. La concesionaría Escal (controlada en un 66,7% por ACS) cobró 1.350 millones de euros por las inversiones realizadas.
El otro macroproyecto estaba ubicado debajo del Parque Nacional de Doñana. Allí, Naturgy (antes Gas Natural) pretendía crear 'Marismas Oriental', un almacén industrial de gas que finalmente, tras las denuncias por parte de los grupos ecologistas, fue desestimado judicialmente. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía falló que Doñana no podía ser un almacén de gas natural, al ser incompatible esta nueva actividad con lo dispuesto en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de 2005 (PORN).