Las mascarillas han tenido un gran protagonismo en el último año, siendo el complemento perfecto sin el que no se puede salir de casa para protegernos a nosotros mismos y a los demás frente a la covid-19. Pero al igual que para nosotros es un mecanismo de defensa, para el planeta está siendo todo lo contrario, pues la organización OceansAsia estimó que durante 2020 unas 1.560 millones de mascarillas acabaron en nuestro océanos, las cuales van a tardar más de 400 años en descomponerse hasta acabar siendo microplásticos que tendrán un efecto negativo en el ecosistema. Ahora, una investigación australiana podría ayudar a reducir la contaminación de las mascarillas al reutilizarlas para hacer carreteras.
Un grupo de investigadores australianos podrían haber dado con una solución al problema del reciclaje de las mascarillas gracias a un estudio que ya han publicado en el que explican cómo las mascarillas desechables pueden convertirse en material para la creación de carreteras. El equipo de investigadores de la Universidad RMIT de Melbourne trituró las mascarillas y las mezcló con escombros de construcción, con un resultado que cumple con las pautas de seguridad exigidas.
De esta forma, el estudio se centró en utilizar una mezcla de agregado de hormigón reciclado, conocido como RCA, que es un tipo de escombros utilizado para las bases de las carreteras. Estos escombros forman parte del 99% de la mezcla, mientras que las mascarillas quirúrgicas trituradas forman el 1% restante. Para sorpresa de los investigadores, la mezcla consiguió mayor cohesión y fuerza gracias a la aportación de las mascarillas. Además, fue puesta a prueba ante el agua y otros elementos para comprobar su eficacia y logró cumplir con los requisitos que ingeniería civil exige.
De prosperar esta investigación, podría reducirse notablemente la contaminación en los océanos, ya que para la base de una carretera de dos carriles de menos de un kilómetro harían falta unas tres millones de mascarillas, es decir, más de 90 toneladas de mascarillas que de otra forma terminarían siendo fatales para el medio ambiente.
Ahora bien, el estudio ha sido realizado con mascarillas quirúrgicas que no habían sido utilizadas previamente, por lo que ahora trabajan para encontrar la fórmula de desinfectar de forma adecuada las mascarillas que sí han sido utilizadas para que puedan incorporarse a la mezcla y convertirse, verdaderamente, en una fórmula de reciclaje para reducir la contaminación producida por las mascarillas.
Todavía es pronto para poder asegurar que este mecanismo pueda ser la segunda vida de las mascarillas con una mirada más sostenible, pues aún faltarían estudios concluyentes para saber que esta mezcla para la base de las carreteras puede ser una salida óptima y sostenible. ¿Llegarán pronto las carreteras hechas de mascarillas?