Quien pensaba que con dinero se podía conseguir cualquier cosa es que no ha conocido la última novedad en el proceso de adquisición del magnate Elon Musk de Twitter. Aunque parecía que el trato estaba hecho, parece que la red social se ha salido con la suya en su último encontronazo.
Twitter ha conseguido el juicio rápido, fijado ya de forma oficial para octubre. El tribunal de Delaware encargado de la demanda que enfrenta a la red social contra Elon Musk se ha plegado a la solicitud de la empresa y ha concedido un juicio rápido en el que se decidirá el futuro de la compañía.
Después de que Musk acordase el pago el pasado abril de 41.000 millones de euros para hacerse con el control de la red social, comunicó hace unas semanas su decisión de romper el trato debido a la presunta falta de transparencia de la plataforma sobre el número de cuentas falsas y bots de spam que operan en su interior.
Aunque Musk estaba rozando con la punta de los dedos su nueva adquisición, esta falta de transparencia le ha preocupado hasta el extremo de frenar las operaciones.
Musk y sus abogados querían retrasar el inicio del juicio con el objetivo de recabar más información sobre el trabajo de Twitter a la hora de controlar las cuentas falsas que hay en la plataforma, tal y como han informado en los últimos días algunos medios americanos.
Elon Musk afirmó que el acuerdo al que llegó con distintos bancos para financiar la compra de la aplicación no caduca hasta abril de 2023, por lo que, en caso de ser necesario y seguir adelante con la operación, los fondos necesarios para la adquisición de la red social seguirían estando a su alcance.
La razón por la que Twitter quiere hacer cuanto antes este juicio rápido es la mala reputación que está acumulando por culpa de las indecisiones del magnate.
La cotización de las acciones de Twitter ha sufrido varias caídas en las últimas semanas debido a las idas y venidas del acuerdo y a las dudas mostradas por Musk respecto a la transparencia de la red.