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China ha creado una alarma global tras dejar caer sin control restos de un cohete de su ambicioso programa espacial, el Larga Marcha-5B Y4, puesto en órbita en la última fase de su estación espacial. El módulo del cohete pesa 20 toneladas y, según los expertos, lo esperable es que, una vez en la atmósfera terrestre, se desintegre en buena parte.
Se trata de la tercera vez en dos años que las autoridades espaciales chinas generan este peligro, calificado por la NASA como "irresponsable" en otras ocasiones. Ningún experto ha sido capaz de calcular cuándo y dónde caerá concretamente, pero sí se sabe que la trayectoria del cohete incluye a España.
Las últimas estimaciones del organismo europeo responsable de la vigilancia espacial señalaban que el cohete pasaría dos veces por encima de la península Ibérica, incrementado las posibilidades de impacto. Estos cálculos establecían que el cohete chocara contra la atmósfera entre las 8.50 y las 9.50h. Por otra parte, las valoraciones de otros expertos, como los de Aerospace Corporation, también ubicaban la llegada a España en la mañana del viernes.
De momento, las Comunidades Autónomas que ya se han visto obligadas a cerrar su espacio aéreo de forma preventiva ante el cohete chino 'Long March' son Cataluña, Islas Baleares, Aragón, Navarra, Castilla y León y La Rioja. Aunque es improbable el impacto directo en el territorio peninsular, la trayectoria del cohete ha puesto en guardia a Eurocontrol y a la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que han alertado esta mañana sobre la necesidad de cerrar parte del espacio aéreo peninsular.
No se sabe aún cuánto durará esta incidencia, pero es probable que la cancelación de vuelos se alargue durante toda la mañana.
El tráfico de cohetes sin control no es una novedad de las autoridades chinas. Su programa espacial deja que los artefactos caigan sin control sobre la Tierra en cualquiera de las fases del proyecto Larga Marcha, que engloba este tipo de acciones espaciales.
Aducen que lo más probable es que los restos se desintegren en la fricción contra la atmósfera y que la parte que sobreviva caiga sobre los océanos. Pero la probabilidad no es del 100% y existe la posibilidad de que en su paso por Europa y la península arábiga haya algún incidente.
El 30 de julio de 2022 China volvió a crear una alarma planetaria. En esa ocasión, gran parte de la chatarra espacial se desintegró sobre el océano Índico. Entonces la NASA respondió con de manera contundente: “China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a su basura espacial”.
En este tipo de situaciones críticas, se hace un barrido con tres radares después de la hora estimada de caída para acreditar que la nave no está orbitando. En realidad, no se sabe bien dónde han ido cayendo los últimos restos de basura espacial. Se estima que en algún punto del Índico, algo que China ha venido confirmando.
Las órbitas sin rumbo en las que el gobierno chino deja sus cohetes afectan a nuestro planeta, pero no sólo a él. En marzo de 2022, un gran bloque de chatarra espacial impactó contra la Luna como resultado de una nueva ruta a la deriva. Parece que regular la basura generada en la alocada carrera de la conquista del espacio es ya urgente.