Saudi Telecom Group (STC), el principal grupo de telecomunicaciones de Arabia Saudí, ha adquirido por sorpresa el 9,9% de Telefónica al desembolsar 2.100 millones de euros. Esto convierte al grupo saudí en el el mayor accionista del operador español, por delante de BlackRock (4,48%), CaixaBank (3,5%) y BBVA (4,87%). Aunque STC ha asegurado que no tiene intención alguna de tomar el control ni una participación mayoritaria en el grupo español, la maniobra ha impactado con fuerza en el sector de las telecos.
La operación se ha producido mediante la toma directa de acciones equivalentes al 4,99% del capital de Telefónica y un 5% adquirido a través de instrumentos financieros. De esa forma, el grupo se ha asegurado la entrada en el capital de la empresa con el máximo porcentaje posible sin tener que pedir una autorización al Gobierno por el conocido como 'escudo anti-opa', es decir, los límites para la adquisición de empresas españolas por parte de inversores extranjeros que se aprobaron durante la pandemia.
Sin embargo, sí que tendrá que esperar un permiso especial que debe llegar desde el Ministerio de Defensa y el Consejo de Ministros. La ministra portavoz en funciones del Gobierno, Isabel Rodríguez, ya ha señalado que el Ejecutivo velará por preservar la “autonomía estratégica” en Telefónica.
Telefónica y STC Group ya firmaron a principios de año un acuerdo de colaboración estratégica para beneficiarse de su escala y explorar potenciales oportunidades de negocio conjuntas. Pero, ¿quién está detrás de este grupo? La firma pertenece en un 64% al fondo soberano saudí, presidido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, el líder de un país en expansión creciente que está dando mucho que hablar, no solo por sus movimientos en política exterior o los múltiples fichajes de estrellas del fútbol europeo, sino también por su ausencia de respeto a los derechos humanos.
STC es la mayor teleco de Oriente Medio y cuenta con una capitalización bursátil que ronda los 49.200 millones de euros, el doble de los 21.300 millones de Telefónica. La empresa tiene presencia en 11 países y una base de clientes de 170 millones repartidos en Arabia Saudí, Oriente Medio y Norte de África, pero ya está haciendo incursiones en Europa. La más reciente, la adquisición de la empresa de torres de United en Bulgaria, Croacia y Eslovenia. A los aficionados del fútbol les sonará por su patrocinio con el Real Madrid firmado en 2009.
La operación con Telefónica se ha producido sin el conocimiento de su presidente José María Álvarez-Pallete, a quien el anuncio pilló de viaje en California, ni del Gobierno español, que ha recibido la noticia con sorpresa y malestar por no haber sido informado con más antelación. "Se trata de una gran oportunidad de inversión que nos permite utilizar nuestro sólido balance y mantener al mismo tiempo nuestra atractiva política de dividendos”, han apuntado el grupo saudí. Además, esta adquisición representa “otro hito importante” en su estrategia de expansión y crecimiento, según ha resaltado.
La maniobra también pone de manifiesto el interés de los operadores árabes en Europa. Emirates Telecommunications Group, de Abu Dhabi, es también el primer accionista de Vodafone con una participación que ronda 14%. Fuera del sector de las telecos, los 'petrodólares' son también viejos conocidos de las firmas españolas. Qatar, a través de su fondo soberano, entró en 2011 en Iberdrola y ahora cuenta con un alrededor de un 9% del capital de la eléctrica. Su aerolínea, Qatar Airways, aglutina más del 25% de IAG, propietaria de Iberia y British Airways.