Amor a lo analógico: la historia de Antonio, el reparador de cámaras que anunció por TikTok que las vende todas
Después de que se viralizase un vídeo en TikTok, la tienda de cámaras antiguas de Antonio del Solar recibe cada día a cientos de personas
El jubilado de 76 años asegura que aunque está algo agobiado ante la avalancha de clientes, está muy contento porque la mayoría son jóvenes
El hombre espera seguir con su tienda unos años más, pues ha dedicado más de 50 años a la reparación de cámaras
El mundo de la fotografía ha cambiado considerablemente. Cada día se sacan millones y millones de selfies con la cámara de nuestros móviles. Capturamos el paisaje que nos llama la atención, lo que nos vamos a comer, lo que estamos leyendo… Hace solo unas décadas esto era algo impensable con las cámaras analógicas en las que de un solo carrete podían salir fotos de una boda, de una cena de Nochebuena o de un cumpleaños. Eran tiempos en los que se elegía bien qué capturar y cómo. Y también un tipo de fotografía que vuelve a estar de moda.
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El efecto TikTok
Solo ha hecho falta que un TikTok se viralizase para que una pequeña tienda del barrio de Chamberí, en Madrid, que lleva un jubilado, forme una larga cola. ¿El motivo? A sus 76 años Antonio del Solar, dueño del establecimiento, vende cámaras analógicas, objetivos fotómetros o filtros que, en plena era digital, ya no acostumbramos tanto a ver. Hasta ahora lo hacía de forma tranquila, hasta que un TikTok dio a conocer su tienda y, con ello, llegaron las colas para admirar, y quizá comprar, algo de esa inmensa colección.
Una chica acudió a la tienda, donde vio que por jubilación el hombre estaba liquidando todo y grabó un TikTok donde explicaba que estaba vendiendo todo y agradeciendo a Antonio lo bien que le había asesorado para hacerse con la mejor cámara analógica, además de dejar su dirección para todo aquel que estuviese interesado. Y fue así como en unos pocos días el vídeo ha logrado más de 4’5 millones de visitas y, con ello, un flujo de clientes que Antonio nunca había visto.
Seguirá abierto
“Voy a seguir hasta que pueda, al menos un año más”, explicó Antonio en una visita que le hicieron tras ver la cola que se había montado después de que se viralizase el TikTok. El hombre les ha comentado que sí, que está muy contento, aunque un poco agobiado ante tal avalancha de clientes, pero también muy agradecido. “Me encanta que vaya a manos de gente que realmente lo va a usar y no lo tengo en una estantería. Yo soy mecánico, no vendedor. Como vendedor soy un desastre”, comentaba.
El hombre lleva 50 años arreglando cámaras de las de siempre, de las de carrete y, pese a que lleva años jubilado, mantiene la tienda abierta para todo aquel que quiera encontrar una cámara analógica entre la variedad de ellas que copan las estanterías de su pequeño local en la calle Fernández de los Ríos, 29.
¿Lo que más le llama la atención? Que la gran mayoría de las personas que hacen cola para ver su colección y encontrar una cámara que se ajuste a sus necesidades son jóvenes, algo que asegura que le gusta, porque así pueden tomar contacto con lo antiguo y lo que se utilizaba hace unas décadas.
El regreso triunfal de lo analógico
Para nada es de extrañar que la tienda de Antonio este logrando tal afluencia de clientes, pues lo analógico ha vuelto a ser tendencia después de que lo vintage se haya puesto de moda. Objetos y elementos que conocemos a la perfección, pero que para nuestros hijos son unos grandes desconocidos y que están empezando a conocer gracias a esta nueva tendencia.
Uno de esos elementos, además de las cámaras analógicas que han cogido fuerza en estos últimos años, son los vinilos, hasta el punto de que han superado en ventas al CD por primera vez en más de tres décadas. Para gran parte de los amantes de la música es su formato favorito porque se escucha mucho mejor y es más atractivo.
Y pese a ser un éxito entre los séniors, lo cierto es que también triunfan entre los más jóvenes, pues Taylor Swift fue la artista que más vinilos vendió en 2022 junto a Harry Styles y Olivia Rodrigo, ídolos musicales entre la generación Z y gran parte de los millenials.
Pero es que no solo son cámaras y vinilos, las cintas VHS, las Game Boy que arrasaron en los 90 o las calculadoras Casio de toda la vida, seguro que tienes alguna perdida por un cajón, son objetos vintage que, pese a sus años, los coleccionistas están dispuestos a desembolsarse una buena cuantía para hacerse con uno de ellos.