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La soledad no deseada es un sentimiento que padecen cerca de tres millones de personas mayores en España y que puede generar consecuencias muy negativas sobre su calidad de vida y salud. Según datos del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, un 43% de las personas que viven solas en nuestro tiene más de 65 años, una situación que aumenta la vulnerabilidad de este colectivo. En este sentido, en Madrid se está trabajando con proyecto piloto que, a través de la Inteligencia Artificial, permitirá detectar y combatir este tipo de casos.
Desde el Ayuntamiento de la capital explican que han creado una herramienta que realizará llamadas al teléfono fijo de los hogares donde tienen su residencia estas personas. Así, un bot con un tono de conversación "más real y natural", que no parezca un robot, irá lanzando preguntas dirigidas a detectar un posible caso de soledad no deseada. A través de las contestaciones que se den, el sistema se hará una idea de la situación en la que viven.
Se les puede preguntar, por ejemplo, cuándo ha sido la última vez que han recibido la visita de un familiar, si el fallecimiento de su pareja o familiar más cercano provoca que sus salidas a la calle estén disminuyendo, etc. "Es una forma de llegar a los hogares pero sin ser invasivos", explican fuentes del área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, que encabeza José Fernández.
La idea es que a través de estas llamadas, previamente diseñadas por expertos, el chat sea capaz de ir interpretando las respuestas y generando un "patrón de conducta" de estas personas. "Cuando la herramienta dibuje un patrón que pueda corresponder con un sentimiento de soledad no deseada, activaremos nuestros recursos y nos pondremos en contacto con el mayor para ofrecerle los servicios municipales", explican desde el departamento.
Tras esta detección mecánica, los profesionales del área llevarán a cabo una atención personalizada para cada caso. Además, se encargarán de informarles a las personas mayores "de las actividades con las que cuentan los centros más cercanos" a sus casas o de los programas de envejecimiento activo del Ayuntamiento que ya hay en funcionamiento para que puedan apuntarse.
Aunque todavía no han delimitado el distrito en el que comenzará a funcionar, sí saben a qué población irá dirigida ese proyecto piloto: las personas mayores de 75 años. El motivo es que "suelen ser menos activos y, por estadística, a esa edad empiezan a incrementarse fallecimientos del cónyuge". El plan es que el proyecto, una vez verificado que la herramienta ofrece los resultados esperados, arranque en zonas donde por perfil social o demográfico se entienda que pueden necesitarlo más. No obstante, todavía habrá que esperar para verlo funcionando con normalidad.