El teléfono móvil es uno de los elementos más imprescindibles de nuestra vida, pero si preguntáramos a cualquiera de qué está hecho, pocas personas podrían dar con la respuesta correcta. Los más acertados podrían contestar que de plástico, cristal y metal, pero se quedarían muy lejos. Baste decir que de los 118 elementos que componen la tabla periódica, 75 son utilizados en la fabricación de un smartphone. Y más de 60 son minerales.
Según datos de Statista, diez son los elementos mayoritarios usados a la hora de construir un dispositivo móvil: aluminio, cobre, plástico, cobalto, wolframio, plata, neodimio, oro, indio y paladio. Eso sí, en proporciones muy variables. En realidad, no aparecen siempre de forma aislada, sino unidos a otros elementos formando compuestos, aleaciones u otras sustancias. Los más utilizados en los distintos componentes del dispositivo los recopila 'Muy interesante'.
En la carcasa podemos encontrar carbono, hidrógeno, magnesio y aluminio, entre otros. El diseño de la cubierta no atiende únicamente a que visualmente sea atractiva. Por ejemplo, el níquel se usa como escudo para mitigar las interferencias electromagnéticas. Y el bromo como retardante del fuego.
Los cables de los aparatos electrónicos de antaño hoy han sido sustituidos por placas de silicio. En los chips y conexiones se usan cobre, plata, platino, paladio, tantalio y oro. La mayoría de las soldaduras se realizan con estaño y plomo, aunque también pueden emplearse germanio y bismuto.
El tantalio se usa en la fabricación de condensadores electrónicos, importantes porque permiten que los dispositivos móviles se carguen rápidamente y se mantengan cargados durante períodos prolongados. También se utiliza en otros componentes electrónicos, como diodos y resistencias.
La pantalla es el principal medio de interacción con el usuario. Si podemos desplazarnos por las apps con el simple toque de un dedo es gracias al óxido de indio y estaño. Tiene la característica de ser transparente y conductor de la electricidad. Aunque solo se emplean 0,02 gramos de inidio en el móvil, es un elemento muy escaso que podría extinguirse en la década de 2030. El grafeno se postula como sustituto ideal por su flexibilidad y resistencia.
En la pantalla también están presentes tierras raras como el lantano, terbio, praseodimio, europio, disprosio y gadolinio. Además, el wolframio o tungsteno se utiliza para fabricar filamentos de luz LED, la opción más popular para la iluminación de las pantallas.
Para fabricar los altavoces, micrófonos y sistemas de vibración del móvil son necesarios los imanes. Habitualmente se usan de neodimio, aleaciones de hierro y boro, aunque también están presente en ocasiones los de praseodimio y disprosio, otra tierra rara.
Las baterías más habituales han sido siempre las de litio, aunque en realidad están hechas con óxido de cobalto de litio y carbono en forma de grafito. Suelen estar recubiertas de una cubierta de aluminio.
El cristal de la cámara no es igual que el de la pantalla. Aquí suele usarse zafiro, un mineral muchísimo más duro que el vidrio y que por ello permite obtener fotografías más nítidas.