El cargador de tu móvil se calienta debido a una serie de razones que están relacionadas con el proceso de carga, la eficiencia del dispositivo, y las condiciones de uso. Este fenómeno es normal hasta cierto punto, pero es importante entender las causas subyacentes para asegurarse de que no hay ningún problema de seguridad que pueda ponernos en peligro. Y es que nadie quiere llevarse un susto en casa - o donde sea - mientras recarga las baterías de su dispositivo móvil.
El cargador de un móvil convierte la corriente alterna de la red eléctrica en corriente continua, que es la que utiliza el dispositivo para cargar su batería. Este proceso de conversión no es 100% eficiente y siempre genera algo de calor como resultado. La cantidad de calor emitido depende de diversos factores.
Y es que dentro del cargador y del propio cable hay componentes electrónicos que tienen una cierta resistencia eléctrica. Esta resistencia provoca una pérdida de energía en forma de calor. Los cargadores de mejor calidad están diseñados para minimizar estas pérdidas, pero siempre habrá algo de calor generado debido a la resistencia interna.
El uso de cargadores no oficiales o de baja calidad puede aumentar significativamente el riesgo de sobrecalentamiento. Estos cargadores pueden no estar diseñados con los mismos estándares de seguridad y eficiencia que los oficiales de cada terminal. Además, pueden no tener los mecanismos adecuados para regular la corriente y la temperatura, lo que puede traducirse en un sobrecalentamiento y, en los casos extremos, en incendios .
Otro aspecto a tener en cuenta son las condiciones ambientales, que también juegan un papel importante. Cargar tu móvil en un entorno muy caliente o en un lugar con mala ventilación puede hacer que el cargador se sobrecaliente. Es importante cargar los dispositivos en lugares bien ventilados y evitar exponerlos a la luz solar directa o a otras fuentes de calor .
La tecnología de carga rápida permite que los dispositivos se carguen en menos tiempo aumentando la corriente o el voltaje. Aunque esto es conveniente, también genera más calor en el proceso. Los cargadores rápidos están diseñados para gestionar sin problemas este calor adicional, pero pueden calentarse más que los cargadores estándar .
Otra acción que no juega a favor de esto es usar el móvil mientras se está cargando, especialmente realizando tareas que requieren mucha energía como jugar videojuegos o ver videos en alta definición. Todo esto puede aumentar la carga de trabajo del dispositivo y, por lo tanto, generar más calor. Este calor adicional puede transferirse al cargador, haciendo que se caliente más .
Siempre es recomendable usar cargadores y cables de buena calidad, preferiblemente los proporcionados por el fabricante del dispositivo. Estos cargadores están diseñados para ser seguros y eficientes, minimizando el riesgo de sobrecalentamiento.
Además, siempre hay que tener en cuenta que poner a cargar un dispositivo en condiciones extremas de calor o frío puede afectar tanto al cargador como a la batería del móvil. Siempre es mejor cargar el móvil en un entorno con temperatura controlada y evita dejar el cargador enchufado cuando no esté en uso para reducir riesgos de sobrecalentamiento .
Además, para mayor seguridad, es buena idea inspeccionar regularmente el cargador y el cable para detectar cualquier signo de deterioro o daño. Si notamos que el cargador se calienta más de lo normal, emite olores extraños o tiene alguna de sus partes derretidas, es el momento de reemplazarlo de inmediato. Todas estas son señales que nos dan pistas sobre un posible mal funcionamiento que podría llevar aparejado un riesgo de incendio.