Es la aplicación de moda. Clubhouse ha irrumpido en nuestras vidas y todo apunta a que tendrá más éxito que aquellas 'PartyLine' que a principios de los 90 supusieron una pequeña revolución social. Si por aquel entonces se podía entablar conversación con personas anónimas a través de un número de teléfono que salía por un ojo de la cara, ahora Clubhouse hace algo similar pero instalado en el móvil, sin límites y, sobre todo, gratis. Así funciona esta aplicación que nació en marzo de 2020, en plena pandemia, y ya tiene más de dos millones de usuarios registrados.
Para entrar en Clubhouse hay dos caminos: el de las invitaciones o el de la lista de espera. En el caso de las invitaciones, deben ser otros usuarios que ya están dentro y en activo los que te envíen una invitación de acceso. Si no tienes a nadie, puedes registrarte en una lista de espera que va dando acceso a los usuarios de manera progresiva.
Empecemos por el principio. ¿Qué es Clubhouse? Como su propio nombre indica, es un Club. Un Club en el que la gente entra a charlar unos con otros. Lo que no se puede hacer actualmente en la vida real debido a la pandemia por coronavirus pero llevado al terreno virtual, donde está triunfando. Y sí, hablar es hablar. Nada más. Ni fotos ni vídeos ni texto: en Clubhouse tan solo se entra a charlar.
Para dotarle de un buen halo de exclusividad, los creadores de Clubhouse de momento la han desarrollado únicamente para los móviles con iOS, es decir, los de Apple. Así, si tienes un Android, también te toca esperar.
Al entrar por primera vez en Clubhouse tienes que indicar cuáles son tus preferencias en cuanto a lo que te gustaría oír. Una vez que lo marcas, el algoritmo te da una serie de recomendaciones de personas a las que seguir y salas a las que unirte. Cuanta más gente sigas, más sugerencias. Así de simple.
Porque, sí, aquí también hay que "seguidores" y "seguidos", al igual que en Twitter, pero la comunicación es aún más horizontal si cabe. Puede darse el caso de que entres en una sala donde estuvieran hablando, por ejemplo, Elon Musk y Kanye West como ponentes y el resto de usuarios como oyentes.
Una vez estás dentro, la aplicación está dividida en temas (topics) y salas (rooms). En estas salas es donde "sucede la magia", ya que pueden ser abiertas, donde todo el mundo habla, o cerradas, donde solo habla el moderador, que a su vez es el creador de la sala, y quien esa persona elige que hable. En este caso, si te encuentras dentro de la audiencia y quieres participar, puedes "levantar la mano" para que vean que estás ahí y te den paso.
Las salas son efímeras, es decir, solo duran lo que dura la conversación que se está llevando a cabo. Después, se volatilizan. No se guardan en ningún sitio ni se pueden recuperar después, así que más vale que si es de un tema que te interesa tomes notas para recuperarla en tu memoria a posteriori.
En Clubhouse, la persona que crea una sala para charlar es la misma que tiene que moderar; sin embargo, puede elegir que todo el mundo tenga voz y convertirlo en un vodevil de voces en donde es complicado escuchar con nitidez en ocasiones. Además, pueden campar a sus anchas mensajes de odio y racismo sin que, por el momento, se puedan moderar y sin que queden registrados para una posterior denuncia.
Son numerosas las personas famosas que ya utilizan Clubhouse y con las que podrías llegar a intercambiar unas palabras si te cruzas con ellas en la app. En el ámbito internacional destacan Drake, Tiffany Haddish, Jared Leto, Elon Musk, Ashton Kutcher, Oprah y Chris Rock; mientras que en el español puedes encontrar celebrities como Luis Piedrahita, Ángel Martín, Flo, Juan Gómez-Jurado, Carme Chaparro o Iván Ferreiro, entre otros muchos.