Llega el verano y pasamos más tiempo fuera de casa. Que si nos vamos a la playa, a la piscina, de sendero o de visita turística, pero siempre con un acompañante indispensable: el móvil. ¿Qué haríamos sin él? Para buscar cualquier información, sacarnos un selfie o buscar la ruta adecuada para no terminar en el quinto pino, nuestro teléfono es el elemento inseparable hasta cuando queremos desconectar del dispositivo. Pero por muy conectados que queramos estar, a veces la batería juega en nuestra contra al estar todo el día fuera disfrutando de las vacaciones, viajando o incluso trabajando.
Es entonces cuando muchas veces vemos como el porcentaje de la batería empieza a bajar peligrosamente justo en el peor momento, cuando esperas una llamada importante o lo necesitas para buscar información y no acabar perdido en medio de la nada. ¿Lo peor? Aún te queda para llegar a casa o algún lugar donde poder cargarlo, por lo que en muy poco tiempo la pantalla puede fundirse a negro hasta que lo vuelvas a enchufar a la corriente. Pero siempre hay algún que otro truco para alargar lo máximo posible la batería de nuestro smartphone. ¿Sabes cómo?
La mayoría de personas llevan el brillo de la pantalla entre la mitad y el máximo de su regulación para poder ver bien aquello que tenemos en pantalla, pero cuanto más brillo, también más gasto de energía de nuestro dispositivo, por eso mismo en esos momentos lo mejor es bajarlo. No veremos igual, pero retrasaremos el gasto de batería del móvil.
Otra de las cosas que más batería gasta es tener las aplicaciones abiertas. No, eso de abrir WhatsApp contestar y volver a la pantalla de inicio no significa que tengamos la aplicación cerrada, pues sigue abierta en segundo plano y consumiendo batería. Por eso mismo, si no la necesitamos, mejor cerrar la app por completo, como cualquier juego o aplicación de vídeos, que en segundo plano siguen absorbiendo batería.
También hay que fijarse en lo que tenemos o no activado. Por costumbre, solemos tener siempre el WiFi conectado, ya que activarlo y desactivarlo cada vez que entramos o salimos de casa no es lo más cómodo. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el GPS, que cuando no los usamos, como están activados se mantienen buscando redes a las que conectarse, lo que se traduce en mayor gasto de batería. Por lo que si no los necesitamos, lo ideal es mantenerlos inactivos.
Eso sí, los más listos y precavidos llevarán con ellos una batería externa para este tipo de urgencias. ¿Te quedas sin batería? Puedes recurrir a ella y seguir tu vida con total normalidad, aunque mucho ojo, que la batería externa también se agota y si nos olvidamos de cargarla podemos llevarnos alguna que otra sorpresa inesperada por confiarnos.
¿Qué otras medidas nos pueden ayudar a mantener con vida nuestro móvil cuando estamos en mitad de un largo viaje y la batería se agota? Por ejemplo, desactivar las notificaciones. Si no estamos esperando nada urgente, podemos prescindir durante un rato de los mensajes que iluminan la pantalla y, por tanto, hacen que la batería siga bajando. En todo caso, es recomendable evitar apps de vídeo, como YouTube, TikTok o las historias de Instagram, que no paran de consumir energía. Y ojo con las fotos, que a veces son prescindible y la cámara es de las apps que más consume.