Las redes sociales forman parte de nuestro día a día. Y también del de nuestros hijos, que han crecido con ellas y no entenderían el mundo sin que estuvieran presentes en sus vidas. Sabemos también que pasar demasiado tiempo pendiente de las redes y consumir horas y horas de pantalla tiene riesgos relacionados con problemas de adicción y de salud mental, especialmente para los adolescentes. Pero también pueden tener ventajas que quizás desconocíamos. En ese sentido, un estudio ha demostrado que mantener relaciones de amistad en las redes sociales con personas de un nivel socioeconómico mayor a la media disminuye el riesgo de cardiopatía y muerte prematura.
La investigación, presentada durante la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología y el Congreso Mundial de Cardiología, se ha basado en el índice de conectividad económica. Durante años se ha demostrado que la pobreza y el bajo nivel socioeconómico aumenta el riesgo de cardiopatía y muerte prematura. Un realidad que puede extrapolarse al mundo virtual. "Las redes sociales son importantes para la salud", afirma la doctora Tabitha Lobo, residente de medicina interna del Centro Médico de los Hospitales Universitarios de Cleveland (Estados Unidos) y autora principal del estudio.
Para realizar la investigación, los responsables del estudio desarrollaron un sistema de cálculo de la conectividad económica a nivel de vecindario en todo Estados Unidos. Para ello contaron con un sistema que estima la proporción de usuarios con un gran número de amistades con un estatus socioeconómico superior al suyo en Facebook dentro de un área determinada. Cabe apuntar que el programa registraba únicamente el estado de amistad, no el nivel de compromiso a través de publicaciones o mensajes.
Descubrieron que los barrios con más personas altamente conectadas tenían una alta conectividad económica, mientras que los barrios en los que la gente tenía menos conexiones con personas de un estatus socioeconómico más alto tenían una baja conectividad económica.
Aunque se debe seguir investigando, los autores afirman que la medida de las conexiones económicas basadas en las redes sociales, en este caso Facebook, puede ayudar a cuantificar las oportunidades de crecimiento económico de una persona, además de variar en sus opciones educativas, laborales y hábitos de vida.
Centrándonos en los efectos sobre la salud, los lugares con mayor conectividad económica se inclinaban a tener menores tasas de muerte cardiovascular prematura, tanto a nivel nacional como regional. La variabilidad de conectividad económica derivada de los redes sociales explica el 57% de la variación en las tasas de muerte cardiovascular prematura. Estos son los resultados del análisis de más de 900.000 muertes entre personas de 25 a 65 años producidas entre los años 2018 y 2020, y como causa principal alguna enfermedad cardíaca.
Así, los resultados del estudio sugieren que estar conectado con personas de un nivel socioeconómico superior a la media podría ayudar a reducir el efecto de la pobreza en la salud y, potencialmente, ayudar a predecir los riesgos de salud individuales o informar sobre los esfuerzos para mejorar la salud a nivel comunitario.
"Si podemos predecir el riesgo de una persona, podemos utilizar esa información para orientar los tratamientos médicos", afirma Lobo. "Los mecanismos para mejorar las redes sociales podrían establecerse a través de programas de tutoría para jóvenes, pasantías o programas escolares para conectar a las personas, y estos podrían tener efectos duraderos en las características del vecindario con respecto a la mortalidad cardiovascular", finaliza.