Whatsapp es una de las aplicaciones más utilizadas del mundo. Desde su lanzamiento en 2009, esta aplicación de mensajería instantánea ha disparado su popularidad hasta sumar más de 2.000 millones de cuentas activas a nivel mundial, una cifra de escándalo que la mantiene alejada de otros competidores como WeChat, que suma alrededor de 1.200 millones de usuarios, o Facebook Messenger, que acumula en torno a 1.000 millones de cuentas activas.
Aunque inicialmente Whatsapp fue creada para utilizarse en un teléfono móvil, actualmente la aplicación dispone de una versión web con la que sus usuarios pueden conectarse desde otros dispositivos, como un ordenador o una tablet. Esta versión, hasta hace unos meses, solo podía utilizarse si el teléfono estaba conectado. Sin embargo, una nueva actualización ha separado ambas versiones, y hoy en día ya es posible emplear la alternativa web sin necesidad de que el teléfono móvil esté encendido.
Además, con la nueva actualización, los usuarios también pueden mantener operativo su Whatsapp Web en varios dispositivos de manera simultánea, algo impensable hace unos meses, cuando tan solo podía utilizarse la app en un único terminal.
A pesar de las ventajas que estas nuevas prestaciones pueden ofrecer a los usuarios, que ya no tendrán que preocuparse por conectar su teléfono móvil cuando quieran utilizar Whatsapp en otro dispositivo, la nueva actualización también ha aumentado el riesgo de que algunos usuarios espíen las conversaciones que mantienen sus conocidos. Y es que con el nuevo modo multidispositivo, cualquier usuario que tenga acceso al teléfono móvil de otra persona puede aprovechar un despiste para enlazar su Whatsapp a su ordenador sin que el dueño se dé cuenta.
Afortunadamente, Whatsapp informa a los usuarios cada vez que se ha iniciado sesión en su versión web en cualquier dispositivo, por lo que si recibimos una notificación que no concuerda con el uso que hacemos de esta aplicación, podremos sospechar de que hay alguien intentando acceder a nuestras conversaciones.
Estas notificaciones, no obstante, solo funcionan en sesiones que acaban de iniciarse, así que si por algún casual hemos dejado conectado nuestro Whatsapp a un ordenador y alguien decide, tiempo después, acceder a él, no recibiremos el aviso. Pero que no cunda el pánico. Por suerte, en la propia aplicación podemos comprobar cuáles son los dispositivos en los que se ha iniciado sesión y detectar si alguien está, efectivamente, espiando nuestros chats.
Para comprobar en qué dispositivos está abierta la sesión web de nuestro Whatsapp, solo tenemos que entrar en la app móvil y acceder al apartado ‘mis ajustes’ clicando en los tres puntos suspensivos que se encuentran en la esquina superior derecha de la interfaz.
Una vez hayamos accedido, tendremos que seleccionar la opción ‘dispositivos vinculados’. Al hacerlo, aparecerá un listado de todos los aparatos en los que está iniciada la versión web de nuestro whatsapp, así como la hora en la que se ha abierto por última vez, el navegador que se ha utilizado y, en algunos casos, la localización. Si alguno de los dispositivos no nos suena, tan solo tendremos que eliminarlo de este listado, clicando sobre él y seleccionando la opción ‘cerrar sesión’. Cuando lo hagamos, nuestro Whatsapp quedará desvinculado de ese dispositivo, y solo podrá volver a conectarse enlanzando el teléfono.