Cumplir años no solo es inevitable, sino valioso. Cada vez hay más ciudadanos mayores de 50 años poblando el planeta, las personas más adineradas y de más poder superan los 65 años, los coches de alta gama se venden más entre los seniors, los vinos más caros pasan más tiempo en la bodega... Todo lo relacionado con tener más años tiene un plus de prestigio, hasta que llegamos a la industria cosmética. En ese campo, los años son un 'vade retro, Satanás'. Hasta el nombre, con su prefijo 'anti', es negativo: anti-edad. ¿Pero realmente se puede estar en contra de algo tan natural?
A la actriz Ana Milán no solo le parece absurdo, sino literalmente "un coñazo", tal y como cuenta en su tuit de hoy: "Mientras la cosmética siga usando el término 'antiedad' como algo positivo, hacerse mayor seguirá siendo algo negativo contra lo que hay que luchar. Y, sinceramente, es un coñazo".
Milán ya se ha posicionado en otras ocasiones sobre el edadismo implícito en perseguir la juventud a toda costa y en calificar la edad como algo contra lo que hay que luchar. Suyo es el tuit viral en el que planteaba qué sociedad es la que hace que una actriz tan bella como Demi Moore tenga que someterse a una operación de estética para parecer la caricatura de sí misma.
El tuit de la actriz no solo pone de manifiesto el edadismo en el que incurre gran parte de la industria cosmética, sino que de manera colateral habla del sobre-esfuerzo que genera la batalla contra la edad. "Sinceramente, es un coñazo": así cierra su tuit, una manera de expresar el hastío que provoca el trabajo continuo de mantenerse joven.
Las reacciones al tuit no se han hecho esperar. Desde la periodista Cristina Fallarás, que se declara más que a gusto con su edad ("no retrocedería ni un día") a las de otros seguidores que presumen de canas y de años: "Yo, encantada de mis canas de un año y de mi cara 'lavá' y 'arrugá".
Si hay una red polémica, esa es Twitter. Y el tuit de Milán tampoco se escapa. Algunos de los seguidores recriminan que haya escogido el adjetivo 'coñazo' para hablar de algo tedioso. Incluso han llegado a tacharlo de misógino.
Frente a los que no están de acuerdo en usar este adjetivo, otro tuitero nos da la etimología exacta de 'coñazo', nada que ver con los genitales femeninos, sino con el esfuerzo. Desde el punto sentido etimológico, parece que Milán sí ha dado en el clavo.