Si tienes hijos y estos son adolescentes, seguramente estén enganchados a las batallas de gallos. Tranquilo, no es que el niño vaya a corrales clandestinos con un fajo de billetes ni nada por el estilo. Hablamos de esos enfrentamientos entre dos personas que, sobre una instrumental de rap, intentan ganar a su adversario a través de rimas improvisadas. Pero lo que los jóvenes no saben es que hay un precedente histórico en esto de las batallas: las jotas de picadillo, que también son improvisadas y se enmarcan dentro de la jota aragonesa.
En un vídeo de Twitter que se ha convertido en viral en pocas horas, publicado por primera vez en 2018, una pareja de edad avanzada muestra a la sociedad en qué consiste eso de las jotas de picadillo. En una playa y ante un público de 'séniors' (que probablemente sí conociesen de qué tratan) la mujer inicia la batalla increpando a su 'contrincante'. "Si te estás quedando tuerto, por qué tantas pretensiones" / "Si te estás quedando tuerto y en la bragueta no tienes más que un pajarito muerto"
Lejos de permitir que su pareja se salga con la suya, el hombre le replica. "Y ese pajarico canta cuando le dicen piropos / Y ese pajarico canta, pero estando tú delante se acuesta y no se levanta". Posteriormente reciben la ovación del respetable, después de que ambos 'mañicos' hayan demostrado de qué va eso de las jotas de picadillo. Después de que se viralizase, la cuenta oficial de la Freestyle Master Series, la liga de batallas de gallos de España, aseguró que los tendría en cuenta.
Las jotas de picadillo son una variedad que se enmarca dentro de la jota aragonesa. Su particularidad es que se trata de que, en lugar de ser escritas, son improvisadas. Su origen podría datar de antes del siglo XVIII, según explica un manifiesto de la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón. A lo largo del siglo XIX, según se detalla en el texto, derivó hacia su "excelencia" desde los pueblos, las plazas, las calles, posadas y casas hasta lo que se conoce hoy en día.
En 2018 y "gracias al impulso privado y no institucional" nació la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón, una institución dirigida a salvaguardar los orígenes de una tradición con mucha historia que se compone de 380 académicos. Según cálculos de la academia, las facetas del mundo de la jota y el folclore aragonés abarcan "un total de 320 grupos y 150 escuelas", lo que se traduce en "4.000 actuaciones anuales" realizadas por un colectivo estimado de 80.000 personas vinculadas al mundillo. Estiman también que existe un público aproximado de unas dos millones de personas.
Uno de los principales objetivos que persigue la fundación es ser lograr el reconocimiento por parte de la UNESCO como bien inmaterial de la humanidad. "Merece el reconocimiento por su singularidad, su historia, su aporte a la cultura española y sobre todo por el empeño y la firmeza que muchos aragoneses les han dedicado durante muchos años para que no quedara, no solo en el olvido, sino que se revitalizara y se mantuviera", aduce la organización.