Es difícil describir el Toni 2 a quien nunca ha estado allí. Podría decirse que es el lugar al que van los Millennials a sentirse Uppers por una noche. Podrían decirse muchas cosas. Es difícil describir el lugar físicamente pero sobre todo su espíritu. Sin embargo, la historia viral de Jimina es perfecta para entender lo que cabe esperar si te dejas atrapar una noche por sus espejos y sus sofás de terciopelo. Conoció a un chico. Se enamoró sin quedarse con su teléfono. Ni con su nombre siquiera. Y ahora acude a Twitter, carta en mano, para encontrarlo.
Jimina tiene 38 años pero en este caso la edad no importa porque todo el que entra en el Toni 2 es adolescente y senior al mismo tiempo. Jimina escribe, es community manager y profesora de narrativa audiovisual. Y a sus 38 años se ha enamorado. No sabe cómo ha pasado porque había tomado un par de copas. En el Toni 2, Madrid. En principio, al salir del piano bar, ni sabía que el hombre con el que había estado unas horas charlando iba a dejarle esa huella. Pero al irse la resaca, Jimina ha descubierto que él sigue ahí. En su cabeza. Y lo que en otra época habría tenido a la buena de Jimina yendo al Toni 2 todos los miércoles a ver si hay suerte y tal, hoy, gracias a las redes sociales, lo ha podido resolver de otra manera. Carta en Twitter de las de "busco al chico de la otra noche".
El protagonista de sus desvelos es de Badajoz. "No me acuerdo de como se llama. Tenía cara de Cayetano, Santiago o Fernando". Jimina apenas recuerda más detalles pero sí uno muy concreto. "Tenía pinta de pijo canónico". El flechazo no fue instantáneo. Primero le gustó un poco. Luego le dio asquito. Y ahora, ya de día, ya sin el alcohol que todo lo confunde, no se lo puede quitar de la cabeza. Todo ello a pesar de que el hombre en cuestión había sido bastante crítico con ella. "No cantó pero fue muy crítico con mi actuación". Eso, y meterse con su manicura, como cuenta en la carta. No importa. Jimina reconoce que a estas alturas la posibilidad de reencontrarse es escasa. "Estará ya en el desierto del Gobi, como en los tebeos de Mortadelo". Pero la esperanza no se pierde y su deseo para el desenlace de esta historia es sencillo, humilde. "Yo solo quiero que le llegue y que no entienda nada".
La historia está arrasando en Twitter y ha convertido a Jimina en heroína del amor romántico. Aunque reconoce que el chico era un poco faltón también quiere dejar un mensaje claro. "Me cae genial toda la gente que ha apoyado así el amor loco pero que cuando se entra a una chica, si dices algo agradable, tienes más posibilidades."
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