Hacerse con medio millón de seguidores en Instagram es una misión casi imposible, a menos que seas un artista de reconocido prestigio, un futbolista o un modelo. Aunque siempre hay excepciones que llaman la atención y consiguen fidelizar a un vendaval importante de usuarios. Pese a que se trata de una red social mayormente copada por jóvenes, los protagonistas de las últimas semanas hace tiempo que dejaron de serlo. Al menos, en lo que respecta a la edad. Cuando te digan que las redes sociales son para adolescentes, enséñales esto.
Una pareja de octogenarios ha revolucionado Instagram en las últimas semanas. Chang-Wang-Ji (83) y Hsu-Sho-er (84) son los dueños de la lavandería Wansho Laundry de Taiwan. Su nieto Reef Chang, de 31 años, observó una cantidad ingente de ropa que algunos clientes habían olvidado durante mucho tiempo. Entonces decidió crear una cuenta de Instagram (@wantshowasyoung), caracterizar a sus abuelos como verdaderos modelos y pedirles que posaran para él. ¿El resultado? Más de medio millón de seguidores en menos de un mes de actividad.
"Estas viejas prendas han sido abandonadas por los clientes en la lavandería desde hace años. Los propietarios de la lavandería, Wanji y Sho-Er, tienen más de 80 años. Su nieto mayor no puede verlos abrumados por el aburrimiento todos los días. Así que les preguntó para reinterpretar la moda, esperando que todos sepan que la edad no es una barrera para pasarlo bien en la moda y que incluso la ropa vieja puede ser transformada en atuendos a la moda!", escribe Reef en todas las publicaciones.
La pareja utiliza una gran variedad de prendas. Desde conjuntos más juveniles, como el que hemos visto antes, donde resaltan las Converse, lo desenfadado y la estética naíf, hasta la ropa más seria. Aquí los vemos con chaquetas y pantalones beige. Además, el detalle de la corbata rodeando el estómago, al más puro estilo 'kimono', y la boina a lo marine, le da a Chang un aspecto multicultural y sorprendente. Los atuendos son tan variados como la cantidad de ropa que se han ido dejando los clientes a lo largo de los últimos años.
Tal ha sido la repercusión de la pareja que el New York Times se ha hecho eco de la historia y ha logrado entrevistarles en la lavandería. Les explicaron que no buscan sacar provecho de su reciente faceta como modelos. Sobre las miles de prendas que han quedado en el olvido en su lavandería, Chang explica que le gustaría que volvieran a por ellas. "Sería bueno conversar con ellos", expresó el dueño. "Y que me paguen las facturas", dijo al periódico estadounidense.