Desde bien pequeños, y casi sin pretenderlo, nuestros hijos van marcando su camino con las aficiones que surgen en ellos durante la infancia. Pese a que la pandemia parece que ha podido frenar esa búsqueda de hobbies, lo cierto es que para algunos no ha sido así. El fotoperiodista Fernando Ruso contó hace unos días en su cuenta de Twitter como precisamente tras el confinamiento, y sin querer, le descubrió un mundo apasionante a su hija de 12 años del que lleva enamorada un año: el fondo del mar.
"Todo empezó hace un año cuando, tras el confinamiento y para despejar cabezas decidí que fuéramos a Almería. Allí, haciendo snorkel, descubrió un mundo inédito para ella y su obsesión desde entonces sería explorarlo", con este primer mensaje comenzaba a contar la historia de cómo su hija se ha convertido en una amante del buceo y del fondo marino.
Tras aquel verano, el fotoperiodista dice que fue en enero de este año cuando se percató de que el buceo se había convertido en un sueño para ella y que "en plena pandemia agarrarse a un sueño es maravilloso. Te abre un mundo ajeno a los problemas". De esta manera, su hija ha comenzado su formación para tener su 'open water', una certificación de buceo básica.
Tras su primera inmersión, Ruso ha comentado que nada más salir hasta la superficie su hija ya sabía cuál era su siguiente paso, pero que como padre, le pidió calma, además de añadir que el buceo es una afición algo costosa y que habría que tener paciencia. Pero su hija no tenía pensado quedarse de brazos cruzados. "En una hora tenía un PDF con el nombre de una tienda, su justificación, productos y costes", relató en el hilo que se ha vuelto viral en Twitter.
La joven ha creado una tienda desde una cuenta de Instagram en la que se lee "me llamo Natalia. Tengo 12 años y vendo delfines y caballitos de mar de arcilla para cumplir mi sueño: bucear a 12 metros", algo de lo que no tendrá problema porque pinta y moldea desde los cuatro años. Según cuenta el padre, ahora la pequeña dedica la mayor parte de su tiempo a fabricar con arcilla todo tipo de animales marinos que, gracias a la historia relatada por redes sociales, están teniendo un gran éxito.
Como es costumbre en estas historias virales de Internet, muchos usuarios han comentado no solo la afición de la joven, también su idea para lograr dar el siguiente paso en su pasión por el buceo, y le han hecho su pedido para ayudarla. Además, otros tantos que tienen experiencia bajo el agua han advertido al padre de que "se va a enganchar de por vida, eso sí, no es una afición barata". Pero bueno, para eso tiene su otra afición que ya pone en práctica creando animales marinos de arcilla.